El ánima de Morillo es una leyenda que se ha hecho famosa en todos los trabajadores del volante; que van o vienen de Puerto Cabello. Juan Bautista Morillo era un vendedor de frutas y legumbres; que tenía una carreta.
La misma andaba con un burrito el cual lo acompañaba a todas partes y era una persona muy buena; de hecho lo recuerdan precisamente porque si alguien tenía hambre el daba algo para comer; muchas personas le siguen teniendo fe.
Los gandoleros al salir o al llegar se persignan en el lugar, le hacen sus promesas y muchos le piden salud; además de nuevos vehículos y que los lleve con bien al destino; todos sabemos lo peligroso que es la Autopista Valencia-Puerto Cabello con las curvas.
Es por ello que mucha gente le pide para poder llegar con la carga al buen destino; luego de ellos vienen los autobuseros quienes también le piden. El personaje murió en el mismo lugar donde está enterrado.
Por supuesto con el tiempo han dicho de todo que era uno de los gandoleros, pero no era un vendedor de frutas; tal como lo apunta la escritora Grisseld Lecuna García en su libro “Mi Puerto y sus leyendas urbanas”.
Ánima de Morillo en el Puerto
Un carro en 1920 lo arrolló y perdió la vida de forma trágica pero desde allí hasta nuestros días ha hecho milagros. Lleva a los gandoleros a su destino como a los turistas que van a Puerto Cabello; además de los que siempre van al lugar a hacer diligencias.
Cuenta la escritora que el mismo no se le ha aparecido a nadie pero cumple los favores que le piden. Por otro lado, nos enteramos que este personaje tenía una fe muy grande en Dios; y era una persona amable y bondadosa.
La pequeña capilla a la cual los gandoleros le tocan la corneta está a la entrada de Puerto Cabello. Anteriormente las personas bajaban y le colocaban, velas, café y le rezaban; ahora solo suenan la corneta.
Ahora sigue leyendo en nuestro portal:Policía atendió trabajo de parto en Aragüita, Guacara (VÍDEO)
