También conocido como “face icing” la aplicación de hielo en el rostro es una técnica sencilla que consiste en aplicar hielo sobre la piel realizando masajes circulares en periodos cortos de tiempo, con el fin de hidratar, revitalizar y tonificar la piel.
El hielo en el rostro tiene excelentes beneficios para tratar el envejecimiento.
Las temperaturas bajas pueden mantener la piel más firme y tersa gracias a sus efectos antiinflamatorios.
De igual forma, el frío hace que la sangre suba a la superficie, lo que alivia y reafirma la piel.