Esos días de 1993 fueron muy duros para la fría ciudad de Medellín se acercaba la muerte del Patrón. La DEA conjuntamente, con la policía colombiana y hasta elementos del Cartel de Cali; estaban en la disputa.
No se sabía donde estaba el líder del Cartel de Medellín; desde el mes de agosto tanto Estados Unidos como Colombia lo estaban buscando. La muerte del patrón era el objetivo principal de todos sus enemigos.
La organización Los Pepes mejor conocida como los Perseguidos; por Pablo Escobar también colaboraban. Ya que muchos en Colombia estaban cansados de lo que estaba pasando. Defender a Escobar no era la salida.
El plan de todos los enemigos de Pablo era precisamente que se quedara solo. Tenía dinero pero no lo tenía a su alcance la mayoría de sus sicarios; declararon para salir mejor del asunto. La mayoría ya había negociado con las autoridades.
Fue así como desde el mes de agosto de 1993 el objetivo era claro. Escobar tenía que quedarse y agarró a los barrios. Algunos le dieron cobijo en las intrincadas barriadas de Medelllín; Colombia se debatía entre el qué hacer con Escobar.
Estaba claro que no quería irse a Estados Unidos y extraditado menos. Solo le quedaba un arma ya que la gente lo tenía por horas y así iba de casa en casa. De hecho muchas personas se asombraban de verlo.
Tenía ya el líder del Cartel de Medellín los días contados por lo que había vivido desde unos años. Fue así como los planes estaban saliendo a la perfección y prefirieron buscarlo y acabar con su vida.
La Muerte del Patrón ¿Qué pasó con Pablo Escobar?
La tarde del 2 de diciembre mucha gente en todo el continente estaban pendientes del caso. La policía en colaboración con los vecinos estaban cazando al líder del Cartel de Medellín. El mismo que hizo escuelas y llevó agua a los barrios.
Fue allí donde se sembró en los barrios, la gente lo alimentaba y escondía. Pero era inminente la muerte del patrón ese día. Un dos de diciembre en la víspera de aquel Mundial de Estados Unidos de 1994.
De una Navidad que podía ser la última en su vida; el miedo estaba a su lado. Quizá era la primera vez que estaba solo. Sin protección, mujeres, lujos y hasta caballos. Sin buena ropa y perfumes.
Colombia se mostraba al mundo por un lado como una potencia del fútbol; y por otra temida al tener a Escobar. El mismo era un líder entre todos y los políticos le temían. Muchos de ellos le dieron la espalda.
El Cartel de Medellín era un símbolo de derrota y no importaba lo que pasaría. No importaba si el Cartel de Cali se quedaba con la mayor tajada del negocio. Importaba romper la estrategia de Escobar y su banda.
Fue así como ya vencido en el barrio Los Olivos estaba ya con los policías en sus narices. Un vecino le había mostrado a Pablo Escobar una ruta por los techos para poder huir y seguir. De hecho el barrio estaba cercado.
El objetivo claro
Por todas partes el objetivo era claro la muerte del patrón; la muerte del líder del Cartel de Medellín. Hubo unas carreras en los tejados en esa tarde en Medellín; con la barba larga y con su pistola favorita siguió.
Tuvo momentos claros para perderse pero su peso y su vida y sus 44 años no parecían darle mucho. Más bien los gritos de las mujeres que se asombraban al verlo. La policía estaba ya al frente y fue así que se encuentra con Hugo Aguilar.
Frente a frente sigue siendo el misterio ya que Pablo sabía; que de ser capturado iba a ser extraditado. Es allí como Hugo Aguilar dice haberle disparado y su hijo Juan Pablo asegura que se suicidó.
Escobar tomó el arma la Sig Sauer, la favorita una de las que tenía en su colección. Y disparó detrás de la oreja; otro de los misterios que hay. De hecho dicen que en el forcejeo y por caerse recibió el disparo.
La noticia se dio desde Medellín
Horas antes había intentado llamar a su familia; comunicarse con sus hijos pero no supo que asomarse a la ventana fue lo que lo delató. La muerte del patrón se dio en horas de la tarde en una tarde gris.
Gris por la lluvia y por muchos que encerraron en su casa para no ver a Escobar. El mismo quedó tendido en los techos rojos de una casa en el barrio Los Olivos. Quedó solo y olvidado por muchos los cuales había ayudado.
No creyó ni pensó que un astrólogo y algún que otro vidente le había alertado su muerte. El líder del Cartel de Medellín era incrédulo; decía que no iba a morir de esa manera. De allí que se maneja la hipótesis del suicidio del capo.
Quedó tendido en las tejas de la casa mientras Hugo Aguilar cortó el bigote. Lo mostró al mundo como el trofeo de haber matado a Escobar. Uno de los hombres más temidos del mundo. Y uno de los más peligrosos de Colombia.
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