El sonido de la sirena de los Bomberos de la Branger acompañaba una costumbre desde que se construyó la sede que por cierto aun sigue en pie. El 24 de julio de 1950 ya 73 años atrás se inauguró esta sede.
Esta sede se encontraba en pleno corazón de la ciudad. Cercana al centro y al desarrollo que traía Valencia para aquellos años.
Era algo que se hizo costumbre sonar la alarma a las doce del mediodía, como señal de que estos estaban alerta. De hecho, dicen que estaba un vigía siempre en la torre observando cualquier novedad.
Si el vigía observaba alguna columna de humo enseguida se dirigían los bomberos para allá. Antes de la hora del almuerzo se escuchaba la sirena, la cual alertaba a toda la ciudad que eran las doce del mediodía.
La sirena de los Bomberos de la Branger
Se habla de muchas historias de esta sede, como también de la fábrica que estaba al frente que era propiedad de la familia Branger. Pero el vigía siempre estaba alerta, y la sirena anunciaba también que era la hora del almuerzo.
Unas horas antes se podía oler el aroma de la comida en los hogares valencianos que estaban cercanos a la estación. Pero lo que llamaba la atención era la costumbre de pedir la “bendición”, cuando sonaba la alarma.
“En la capital de Carabobo aún muchos recuerdan la curiosa costumbre que se arraigó en la población de pedirle la bendición a los padres; al escuchar el sonido de la sirena de los bomberos de la Branger todos los días a las 12 del mediodía”; cuenta la página de Valencia de Antaño.
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