La obra más hermosa de Henry Beyle Stendhal

La obra que nos ocupa, “La Cartuja de Parma”, se presenta como una novela aparentemente sencilla. Pero en realidad se enreda en su propio mito, convirtiéndose en un fascinante tejido novelesco que busca, en mi opinión, diseccionar las complejidades del amor.

Aunque es una obra que logra entretener, no alcanzo a percibir en ella las exaltaciones maximalistas proclamadas por algunos críticos. Como la afirmación de Gide de ser la mejor novela de todos los tiempos, o incluso la mejor de su época según Bálzac.

En su conjunto, la trama ofrece varios aspectos para analizar, desde la trama en sí misma hasta el contexto histórico y el entrelazamiento de sentimientos que complican la historia.

El prólogo, redactado por Michel Crouset, catedrático de la Sorbona de París, plantea la posibilidad de que esta novela sea simplemente un ejercicio de placer narrativo. Sin embargo, no añade profundidad a la experiencia de lectura como otras obras literarias o de estilo poético.

Stendhal y su laberinto literario

Resulta interesante conocer detalles del autor que se entrelazan con la trama, como su trabajo en una biografía inconclusa sobre Napoleón. Este personaje histórico aparece de manera secundaria en la novela, y su protagonista no lo reconoce. Stendhal, el autor, revela su propio ambiente y la necesidad de explorarlo a través de la escritura.

Según el prologuista, Stendhal se autodenomina “novelista novelesco”, destacando el placer de narrar por sí mismo. Estas valoraciones pueden percibirse como vacías y artificiosas, así como la afirmación de que el contexto es un retrato del Poder en sí mismo. El Poder por el Poder, ya que Parma está bajo el dominio de una monarquía italiana, formando parte de la Santa Alianza.

La trama se desglosa en dos partes diferenciadas: la caricatura de las batallas “importantes” y una serie de enredos amorosos que involucran al joven protagonista. Fabricio del Dongo, su tía Gina, la duquesa Sanseverina, el conde Mosca y el príncipe Ranucio. La historia presenta un mapa sentimental que invita a analizar diferentes formas de amar y a reírse de todas ellas, destacando la complejidad de los sentimientos humanos.

Aunque el prologuista niega que sea una novela histórica, sí se ambienta en eventos reales, utilizando a Parma como parte de los lugares bajo el dominio del rey Borbón español. La historia de la duquesa Sanseverina se rumorea que está basada en un relato de un sacerdote de Padua, según lo escuchado por el autor.

Fabricio del Dongo, el personaje principal, atraviesa una vida intrépida y fantasiosa desde su niñez hasta su involucramiento en el ejército napoleónico. Su evolución se entrelaza con tramas de amor, celos y decisiones impulsivas, lo que conduce a situaciones cómicas y a veces artificiales.

Trenzando la ironía

La novela se burla de sí misma según el prologuista, presentando situaciones irónicas y momentos inverosímiles. Como la fuga de Fabricio de la cárcel, que se narra como una aventura digna de Indiana Jones.

A medida que la trama avanza, se mezclan elementos melodramáticos, como duelos, amores prohibidos y venganzas. Creando una suerte de culebrón literario que, si bien entretiene, puede parecer exagerado y caricaturesco.

En el desarrollo de la historia, la reflexión de Fabricio sobre el amor y sus diversas manifestaciones plantea preguntas sobre la autenticidad de los sentimientos y la naturaleza misma del amor. La novela parece reírse de las convenciones románticas al presentar tramas amorosas que resultan ser más un juego narrativo que un análisis profundo de las emociones.

Finalmente, la obra alcanza su clímax con una serie de acontecimientos inesperados, revelaciones y tragedias, que culminan en la muerte de los personajes centrales por amor. Este giro final, según algunos críticos, ilumina toda la novela, mostrando que la ironía es la herramienta que Stendhal utiliza para tejer su obra.

En resumen, “La Cartuja de Parma” es una novela que, a pesar de sus aspectos entretenidos y sus reflexiones sobre el amor. Puede resultar en una experiencia literaria que se ríe de sí misma, ofreciendo una trama compleja pero a veces desbordada en situaciones inverosímiles y melodramáticas.

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