En abril se cumplió un año de la muerte de la conejita Playboy, Ashley Mattingly; la exmodelo se suicidó con apenas 33 años. Tuvo una vida agitada de fama, dinero, muchos aplausos pero con una misteriosa muerte.
La chica del conejo había ganado una notoriedad en el año 2011 cuando su figura adornó a la famosa revista. Desde ese momento el mundo no paró de hablar de la modelo, como de sus curvas y sus cabellos.
Era una rubia de mirada sensual, de curvas demasiado perfectas y de un carácter muy dulce. Quería mucho dinero y lo tuvo al igual que su fama; los pretendientes en 2011 le llovían. Pero se desconoce quién era el dueño de su corazón.
Ashley Mattingly y su muerte
La modelo del conejo en abril de 2020 no podía ya con la depresión y su mente estaba convulsionada. Ya estaba adicta al alcohol como a las pastillas tranquilizantes y los antidepresivos; pero disipó sus penas con el arma que tenía.
Una noche la modelo se disparó quitándose la vida pese a que su familia había insistido en que buscara ayuda. Era una mujer de 33 años pero con una belleza que se mantenía intacta; pero su mente había cambiado.
Se sumó un nombre a la trágica historia de muertes misteriosas de las bellas mujeres de la mansión. No pudo la modelo soportar toda la carga mental que tenía en su interior; no se conoce desde cuando se había hecho adicta al alcohol.
Belleza perfecta e inolvidable
Su sonrisa picara y sus ojos soñadores acompañados de sus cabellos rubios la hicieron inolvidable. Aquella modelo marcó la pauta en el año 2011 y avivó a que muchos hombres compraran la revista.
Pero su fama y dinero duraron poco ya que el vicio de los antidepresivos llegaron. Se desconoce quién tenía el amor de aquella hermosa modelo; que prefirió dejar su vida a un lado.
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