Un equipo de investigadores del Colegio de Ingeniería de la Universidad de Houston (EE. UU.), reveló un avance en la electrónica extensible gracias a una nueva piel artificial que permite que una mano robótica perciba la diferencia entre el frío y el calor, lo que, a su vez, podría servir para una amplia gama de dispositivos biomédicos para los seres humanos.
El trabajo, publicado en la revista Science Advances, describe un nuevo mecanismo para generar electrónica elástica, un proceso que depende de materiales sencillos,fáciles de conseguir y que podría ampliarse para la producción comercial.
Este trabajo es el primero en crear un semiconductor en un formato de caucho compuesto, diseñado para permitir que los componentes electrónicos puedan conservar la funcionalidad, incluso después de que el material se estire hasta en un 50%, explican los autores.
Con información de Globovisión