Un cable submarino de fibra óptica cuyo tendido desde Venezuela a Cuba culminó hace casi dos años, comenzó a ser usado en forma experimental en la isla para llamadas telefónicas y conexiones de internet, informó el jueves el monopolio estatal de telecomunicaciones cubano.
«Desde el pasado 10 de enero se comenzaron a ejecutar las pruebas de calidad de tráfico de Internet sobre dicho sistema. Las mismas se realizan utilizando tráfico real desde y hacia Cuba», dijo la empresa Etecsa en un comunicado, publicado en el diario oficial Granma.
El cable de 1.600 km de largo, que costó unos 70 millones de dólares, debía entrar en operaciones a mediados de 2011 para acabar con las limitaciones en las comunicaciones de la isla, que La Habana atribuye a la imposibilidad de usar otros cables submarinos debido al embargo estadounidense.