A menudo desechadas sin pensarlo dos veces, las pequeñas semillas negras que se encuentran en el interior de la lechosa (papaya) son un verdadero tesoro nutricional con sorprendentes beneficios para la salud. Investigaciones y la sabiduría popular han revelado las valiosas propiedades de estas semillas, convirtiéndolas en un aliado natural para el bienestar.
Uno de los beneficios más destacados de la semilla de lechosa es su potente acción antiparasitaria. Estudios han demostrado su efectividad para combatir diversos tipos de parásitos intestinales, ofreciendo una alternativa natural a los tratamientos convencionales.
Además, estas semillas son ricas en enzimas digestivas, como la papaína, que favorecen la descomposición de las proteínas y facilitan la digestión, aliviando la hinchazón y el malestar estomacal. Su consumo regular puede contribuir a un sistema digestivo más saludable.
Las semillas de lechosa también poseen propiedades antioxidantes gracias a su contenido de flavonoides y polifenoles. Estos compuestos ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo, protegiendo las células del daño y contribuyendo a prevenir enfermedades crónicas.
Otro beneficio importante es su potencial efecto protector hepático. Algunos estudios sugieren que las semillas de lechosa pueden ayudar a desintoxicar el hígado y protegerlo de posibles daños, aunque se requiere más investigación en humanos para confirmar estos efectos.
Incluso se ha investigado su potencial anticancerígeno. Ciertos compuestos presentes en las semillas de lechosa han mostrado actividad inhibitoria contra el crecimiento de células cancerosas en estudios de laboratorio, aunque nuevamente, se necesitan más investigaciones para determinar su aplicación en tratamientos humanos.
¿Cómo consumirlas?
Las semillas de lechosa tienen un sabor ligeramente picante y amargo, similar a la pimienta negra. Pueden consumirse de diversas maneras:
- Masticadas directamente: Unas pocas semillas al día pueden ser suficientes.
- Secas y molidas: El polvo se puede añadir a jugos, batidos, ensaladas o aderezos.
- En infusiones: Se pueden hervir unas pocas semillas en agua para preparar un té.
Importante: Si bien las semillas de lechosa ofrecen numerosos beneficios, se recomienda consumirlas con moderación. En grandes cantidades, podrían tener efectos laxantes. Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y personas con ciertas condiciones médicas deben consultar a su médico antes de incorporarlas a su dieta.
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