El pasado martes 6 de septiembre, el parlamentario y dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Elías Jaua Milano, insistió en sancionar a las personas que protesten con el toque de cacerolas, pues aseguró que este acto promueve el odio. Ante tal consideración la diputada de la Asamblea Nacional (AN), Verónica Barboza, rechazó el ultimátum del dirigente oficialista.
En este sentido, la parlamentaria por el partido Un nuevo Tiempo (UNT), condenó el pasado viernes que Jaua pretenda que se sancione a quienes protesten de manera pacífica a través de un cacerolazo.
«Pareciera que desde el Gobierno buscan calificar de delito cualquier tipo de expresión de manifestación. Yo le recuerdo al Gobierno que el artículo 68 de la Constitución es muy claro y dice que ‘los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar pacíficamente'», expresó Barboza.
A su juicio, queda invalidada la petición del diputado. «Al menos que quieran hacer una enmienda constitucional a dicho artículo o en su defecto, una reforma a las leyes competentes, pero sabemos que no pueden porque ya no tienen la mayoría de la Asamblea Nacional», señaló la diputada opositora.
Por último, Barboza anunció que solicitará en los próximos días a la Defensoría del Pueblo que «se pronuncie sobre esta petición del dirigente del Psuv que intenta menoscabar el derecho a la manifestación de los venezolanos y que debe ser rechazado por todos los órganos de protección de Derechos Humanos».
Con información de Reporte1