El cierre técnico de parte de las funciones ejecutivas vuelve a ser una opción en el proceso presupuestario en Estados Unidos. El país acaba de evitarlo debido a una decisión del presidente Donald Trump, pero el director de Presupuestos de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, confirmó que hubo tal riesgo y podrían tropezar nuevamente contra la medida que había amenazado en repetidas ocasiones a la administración anterior.
El origen del problema ha sido diferente. Trump intentó conseguir en estos primeros meses de su mandato los fondos necesarios para el punto clave de su programa electoral: el muro en la frontera con México. El pretexto ofrecía un procedimiento ya tradicional: la necesidad de adoptar una ley para superar el techo de gasto.
Quiso incluir la financiación del lanzamiento del proyecto en ese documento, pero la iniciativa no recibió luz verde no solo por parte de los demócratas, sino también de algunos republicanos, especialmente aquellos que representan los estados o los condados limítrofes.»Se adhirió a las negociaciones este domingo con dos palos encima y sin zanahoria».
El propio presidente planteó la idea en su cuenta personal de Twitter. Aludió a un abrupto cierre de financiación del programa sanitario Obamacare, que podría producirse antes de lo previsto, y acto seguido abordó el tema de los fondos para la construcción: «Los demócratas no quieren que el dinero del presupuesto se encamine al muro fronterizo, a pesar del hecho de que va a detener las drogas y miembros muy malos de la banda MS 13 (Mara Salvatrucha)», se quejó el mandatario.
«Con el tiempo, México pagará de alguna manera por el muro fronterizo que tanto necesitamos, pero en una fecha posterior, mientras que podemos empezarlo en breve», agregó en otro tuit.
Incluso el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, admitió hablando a la CNN que sospechó que el presidente estaba dispuesto a presionar con el muro. No obstante, este lunes Trump ha decidido retirar la mención del muro del documento urgente para evitar ‘el cierre’. Ha declarado ante un grupo de periodistas en la Casa Blanca que de cara a la última ronda de negociaciones prefiere posponer el planteamiento hasta septiembre.
Horas antes, Mulvaney explicó esta actitud: «El cierre no es un fin deseado, no es una herramienta, no es algo que queremos tener». Señaló también que las negociaciones se estaban desarrollando principalmente con el bando demócrata, mientras que no hay unidad sobre el muro dentro del Partido Republicano.
De acuerdo con un informe citado por Reuters, el muro costará alrededor de 21.600 millones de dólares. Las autoridades contemplan gastar parte de esa suma en la cobertura de fondos generales para la seguridad fronteriza.
Con información de Actualidad RT