Era 1973 y Dwight Worker quería entrar a México y comenzar a traficar con drogas a Estados Unidos. Fingió ser herido en un hombro y en un cabestrillo quería sacar los estupefacientes pero su idea no funcionó.
Terminó en aquel año en el llamado “Palacio Negro” de México como lo es la cárcel de Lecumberri. Al llegar allí al estadounidense lo golpearon, torturaron y vejaron, todos querían saber si pertenecía a una organización; pero no era así.
Su mente volátil e inventiva le dio una mejor idea escapar de la cárcel; solo le interesaba poner los pies fuera del “reclusorio”; ya fuera podía pasar de nuevo a Estados Unidos de manera ilegal.
Su experiencia en la cárcel le hizo famoso en los años ochenta que hasta recrearon su fuga en una película. Pero para poder escapar tuvo que armarse de valor; ahora su experiencia la contó para un prestigioso canal de televisión.
Dwight Worker se volvió una mujer
Se había enamorado perdidamente de Bárbara White, una norteamericana que iba a visitar a uno de los presos. La mujer le dijo que le ayudaría a planear aquella fuga de la cárcel; de esa manera pudo lograr el objetivo.
La operación era difícil… ¿cómo saldría de aquel infierno?, tendría que convertirse en mujer; actuar con feminidad y salir. En dos años actuaba ya con naturalidad como si fuera una mujer; aun queda algo no muy claro luego de varias décadas ¿Cómo hizo con sus compañeros?
Bárbara visita a visita iba sumando una prenda, vestido, zapatos, peluca, lentes, de esa manera se podría disfrazar. Pero parece que si hubo complicidad por parte de sus compañeros quienes nunca se les preguntó si sabían algo al respecto. Worker en el momento de la visita comenzó a cuidar cada detalle para parecer más femenina.
El atuendo, portaba lentes y se rasuró por completo de esa manera solo le faltaba pasar lo más difícil. Para muchos, pudo ensayar en su celda y salir del lugar y de esa manera logró escapar.
La fuga
Solo se acercó a la puerta y los guardias de seguridad estaban más pendientes de si alguien podría salir o quedarse en el recinto. De esa manera el guardia que revisó los credenciales se los devolvió y pudo salir.
Ya luego pasó a Estados Unidos, México nunca pidió su extradición; de hecho para muchos el escape fue algo sensacional.
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