La aceleración económica del país todavía está en niveles inferiores a lo observado antes de la pandemia del coronavirus.
Durante el actual trimestre, la economía española tendrá que afrontar el crecimiento trimestral del producto interior bruto (PIB) más fuerte registrado nunca por el Instituto Nacional de Estadística. Las proyecciones incluidas en su informe anual por el Banco de España, sin ser propiamente una previsión, señalan un eventual crecimiento trimestral del PIB entre el 15% y el 20%.
Asimismo, varios servicios de estudios señalan que, estadísticamente, el rebote inicial será bastante fuerte. Sin embargo, estos índices no deben conducirnos al engaño, pues el motivo esencial de ese auge aparente no es otro que el desplome del primer semestre. Y es que debido a la paralización de gran parte de la actividad económica en casi todo el segundo trimestre, el despertar del tercero muestra una aceleración esperada de la economía. Sin embargo, la misma está todavía a niveles muy por debajo de lo observado antes de que estalle la pandemia del coronavirus.
A partir de que las economías iniciaron el reabrir sus puertas, los indicadores de alta frecuencia dieron el inicio a su recuperación. Por un lado, los PMI han dejado sus mínimos, mientras que los índices manufactureros comienzan a estabilizarse, el gasto en consumo despierta, el empleo empieza a crecer en algunos países e incluso la bolsa ha rebotado con intensidad desde sus mínimos. Es tal así la situación, que existe quien no descarta la recuperación económica en ‘V’ (fuerte y rápida).
Esta crisis se ha visto evidenciada en todo sector de la economía y son incluso los casinos físicos y los juegos de casino; que son parte del sistema turístico, que han padecido con el largo periodo de inactividad. Y es que, pese al retorno paulatino, son pocos los usuarios que se animan a retornar a este tipo de entretenimiento por los riesgos que conlleva en la actualidad acudir a un establecimiento donde te puedes cruzar con una persona contagiada.
Es por ello que los casinos están tomando todas las medidas sanitarias necesarias para que los jugadores retornen con total seguridad y, de esta manera; se pueda alcanzar la ansiada recuperación y logren evitar el cierre.
No obstante, el intenso despegue de la economía española en las primeras semanas de apertura podría ser apenas un espejismo. Y es que luego de una caída tan aguda de la actividad como ha sucedido durante marzo; abril y parte de mayo (cuando las economías estaban prácticamente cerradas); la reapertura muestra un principio de recuperación que brinda aliento, pero que podría tener un alcance muy corto.
Existen sectores que estuvieron paralizados durante gran parte de los meses de abril; mayo y junio, tales como la hotelería, el turismo, el comercio no alimentario y el transporte, los cuales han empezado a retomar su actividad. No obstante, todavía lo hacen a un ritmo considerablemente lento.
La recuperación verdadera tomará bastante tiempo y sufre amenazas como los rebrotes de la enfermedad en España y su evolución en el mundo. Para que se dé es imprescindible que se concreten los planes de ayuda europeos y que los fondos disponibles; en forma de préstamos y de presupuesto, se utilicen de forma adecuada para modernizar y dinamizar la economía.
