En el frío de París en 1988 una mujer no estaba satisfecha sexualmente con su marido; el amante escondido de Katherine lo conoció en un supermercado; tenía 26 años y apenas lo vio se enamoró de él. La mujer de 37 años quería sentirse deseada y amada; y Louis resultaba ser ese escape ocasional; un objeto sexual que estaría por largo tiempo al lado de la dama.
La casa de la mujer ubicada en uno de los suburbios de la capital de Francia era el lugar para tener a su amante en casa. El marido nunca se imaginaba que Louis estaba escondido varias veces a la semana en el ático; menos que su esposa le estaba siendo infiel.
Louis lo tenía todo en el reducido espacio, un pequeño lugar donde la mujer le daba dinero; comida, revistas y sexo cuantas veces el quisiera. Katherine sentía de todo por Louis y su marido solo era algo rutinario.
Desde 1988 la mujer decidió primero tenerlo esporádicamente en casa hasta que pensó que lo mejor era que viviera en el ático. Todo eso con su marido allí, pero era el mejor secreto que ella tenía. El marido, Albert nunca pensó que en aquel ático se escondía la infidelidad de su esposa.
Katherine le pagaba una suma de dinero a Louis para que nunca dijera nada, a cambio de mucho sexo; y las veces que ella quisiera hablar con él. El solo se limitaría a eso, ya de hecho, había dejado su trabajo en el supermercado.
El amante escondido de Katherine
El hombre y Katherine estaban perdidamente enamorados y sentían hasta la adrenalina de ser descubiertos. El sudor de los amantes impregnaba la madera del piso del ático. Sumado a esto las termitas estaban socavando el escondite.
Pero Albert, el marido de la mujer nunca sospechaba nada, de hecho se sentaba a leer historietas de fantasmas; mientras ella le decía que estaría en el ático meditando. Louis tenía todas las comodidades, aparte del sexo y dinero.
Pero las termitas acababan aquella madera poco a poco mientras ni la mujer ni su amante se daban cuenta. Para abril de 1991 terminarían por ser descubiertos.
La sorpresa cayó del techo
Pero mientras la mujer y Louis estaban entregados a la pasión y lujuria de un instante en silencio la madera crujió más de lo normal. En ese instante se vino abajo el lugar cayendo a un lado del sillón de Albert.
Este no creía lo que veía, el hombre desnudo junto a la mujer sudorosos caían en la sala quedando golpeados por la caída. Louis se paró y huyo de inmediato del lugar; mientras que ella veía a su esposo quedando al descubierto.
La separación
El amante escondido de Katherine dijo en la corte que él había aceptado la propuesta de la mujer; mientras ella destacó que el dinero que el hombre le daba para fumigar la casa lo gastaba con su amante.
Expresó la mujer que el marido poco se interesaba en ella y por eso se buscó un amante. El cual lo mantenía escondido en el ático de su casa.
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