El Papa Francisco llamó hoy a la unidad de la Iglesia, “donde, en lugar de dividirnos según nuestras ideas, estemos llamados a volver a poner a Dios en el centro”, través de “la vocación” y no “de las ideologías eclesiásticas”, en el Misa de Reyes Magos en la Basílica de San Pedro.
En la celebración, a la que asistieron 248 cardenales, obispos y sacerdotes, el Papa recordó que los Reyes Magos “emprenden un viaje en busca del Rey que ha nacido, son la imagen del pueblo que va en busca de Dios” y “Nos enseñan a mirar hacia arriba (…) porque nuestra ayuda viene del Señor”.
Esta es la clave que revela el verdadero significado de nuestra existencia: si vivimos encerrados en el estrecho perímetro de las cosas terrenas, si marchamos con la cabeza gacha como rehenes de nuestros fracasos y arrepentimientos.
Si en cambio tenemos hambre de bienes y comodidades mundanos. de ser buscadores de luz y de amor, nuestra vida se apaga, advirtió el pontífice, quien permaneció sentado por sus problemas en la rodilla.
Pero esto también es necesario “en el camino de la fe, para que no se reduzca a un conjunto de prácticas religiosas o a un hábito externo” y “en la Iglesia, donde, en lugar de dividirnos según nuestras ideas, estamos llamados a poner a Dios en el centro”.
“La necesitamos para abandonar las ideologías eclesiásticas, para encontrar el sentido de la Santa Madre Iglesia, la vocación eclesiástica. No ideologías eclesiásticas, sí vocación eclesiástica, enfatizó.
El Papa reflexionó en su homilía sobre las enseñanzas de los Reyes Magos, “extranjeros que vienen de Oriente” y que, además de “los ojos fijos en el cielo”, tienen “los pies en la tierra” y “el corazón postrado en adoración”.
Los Reyes Magos tienen el corazón postrado en adoración
“La luz que ilumina nuestras vidas, Jesús, no nos es dada sólo para consolarnos en nuestras noches, sino para abrir destellos de luz en la densa oscuridad que envuelve tantas situaciones sociales; No encontramos al Dios que viene a visitarnos quedándonos quietos. en alguna hermosa teoría religiosa, sino emprendiendo el camino”, exhortó.
Por eso se necesitan hombres que alimenten una gran esperanza y posean un gran coraje. La de los Reyes Magos, que emprendieron un largo viaje siguiendo una estrella, y supieron arrodillarse ante un Niño y ofrecerle sus preciosos regalos”. .
Finalmente, Francisco destacó que “los Reyes Magos tienen el corazón postrado en adoración” porque “emprenden el camino, pero no deambulan como turistas sin rumbo”.
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