Guacara, un pueblo de fe y devoción, reconocido por su advocación al misterio de la redención de Jesús, ha tallado año tras año de manera especial durante la Semana Mayor y en el corazón de quien la vive, el cumplimiento de todas las promesas iniciadas durante el nacimiento del hijo de Dios en la Navidad, hasta el vivo momento de su muerte y resurrección.
En este sentido, hablar de la Pasión de Cristo en estas tierras del eje oriental carabobeño, es hablar de un momento propicio para la familia, un tiempo para reunirse con los suyos y con el prójimo, donde Jesús es el camino para el reencuentro entre hermanos, que inicia el Domingo de Ramos con la celebración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, hasta la colorida fiesta propia de la salvación el Domingo de Resurrección.
Semana Santa en Guacara es sinónimo de unión, de entrega, de fervor; sentimiento que debe, en gran medida, el encendido de la llama del Señor en su feligresía a cinco hombres de Dios, cinco guías espirituales que han comprendido la profunda vivencia del sacrificio de Cristo en torno a la diversidad del pueblo santo de Dios; por tanto, como anuncia el presbítero Cristian Guerrero, de la Parroquia Medalla Milagrosa de Yagua, “el pueblo de Dios asimila desde su realidad cultural la vivencia propia de la Semana Mayor”.
“Bendito el que viene en nombre del Señor”
Con 34 años de sacerdocio, en los que ha tenido la oportunidad de evangelizar desde diversos templos de la localidad, el párroco Óscar Martínez, actual administrador sacerdotal de la Parroquia San Agustín de Guacara, asegura que el pueblo guacareño es fiel a Jesús y lo ha demostrado con su hermoso trabajo en pequeñas comunidades eclesiales, con su arraigada devoción al Santo Cristo de las Violetas, un emblema del municipio que desde la antigüedad ha tenido tanto poder curativo y belleza, que fue recomendado al Libertador Simón Bolívar mientras estuvo enfermo. “Guacara hoy en día sigue enraizado en su nacimiento de este vientre eclesial de la Iglesia Católica y conserva esa característica, por lo que durante la Semana Santa es ejemplo para Carabobo y más allá de sus fronteras”.
Es su primera experiencia como padre de la Parroquia Medalla Milagrosa de Yagua durante 6 años, la oportunidad de construir en un trabajo incansable junto a los feligreses jóvenes y adultos, la capilla Cristo Misionero de Bolivariano, la Iglesia San Juan Bautista en la comunidad Ojo de Agua, la capilla de Tronconero y el Santuario de San Judas Tadeo de Cardonal. Esto lo ha llevado a vivir su vocación misionera y servicios al Señor de forma colectiva, guiando los pasos de los fieles hacia la reconciliación, por lo que destacó: “urge reconciliarnos y esta Semana Mayor es el momento preciso”.
Martínez, enfocado en llevar la palabra a sus hermanos extendió el llamado a los guacareños a seguir profesando, “a levantar la voz en solidaridad con los que pasan hambre, con los que están viviendo en la miseria, con los que no tienen medicamentos para sus enfermedades, para que el Reino de Dios se haga presente en nuestros corazones y en Guacara entera”.
Una dinámica humana y divina
Por su parte, el presbítero Cristian Guerrero, de la Parroquia Medalla Milagrosa de Yagua, señaló que todos estos años en Guacara y a lo largo de sus años de Ministerio Sacerdotal, ha podido asimilar la feligresía como dinámica humana y divina, de la que indica ser parte del rebaño del Señor; “a quien como una oveja suya sigo siendo guiado y atraído por sus silbos amorosos, como dice la liturgia, pero también llevando adelante con su gracia este servicio en beneficios del rebaño que es la Iglesia”.
Indicó el guía espiritual que la experiencia en las distintas parroquias en las que ha estado le ha permitido comprender la diversidad del pueblo santo de Dios, en especial la del pueblo de esta hermosa tierra, del cual expresó, peregrina en relación con la experiencia y cultura de su entorno, sin perder su devoción, mientras enfatizó: “nuestro pueblo en Venezuela y el guacareño es un pueblo religioso, un pueblo de fe, con un gran talante espiritual; que como diría el Cardenal Jorge Mario Bergoglio –el Papa Francisco-, forma parte de un patrimonio espiritual que hay en América”.
Una espléndida entrega sin distinción de edades
Para el párroco Óscar Corona, sacerdote del santuario María Madre de la Iglesia, el encuentro de los feligreses guacareños con Cristo cada día, semana y en especial cada Semana mayor, resulta ser un gran fervor, una espléndida entrega sin distinción de edades, reflejado en los ojos de niños, jóvenes y adultos que se acercan al templo a adorar al Señor.
“En 22 años de sacerdocio he compartido con los fieles devotos de La Pastora en Valencia, fui formador en el Seminario de Valencia, párroco de la Parroquia La Inmaculada Concepción de Montalbán, 9 años como padre de la Iglesia Nuestra Sra. del Carmen en San Joaquín y desde el 2009 estoy como guía de los fieles de la parroquia María Madre de la Iglesia en Ciudad Alianza, y ésta es una parroquia indudablemente bendecida por Dios y eso me hace sentir completamente bendecido por Dios, por poder estar en ella”, manifestó orgulloso.
Dijo Corona que “en la Semana Santa se celebra de manera especial el amor de Dios, un amor que nos compromete a amar y los guacareños lo han entendido y demostrado de manera excepcional, comprendiendo que si yo soy amado por Dios, estoy llamado a amar a los demás, un amor que me pone los pies en la tierra y no sólo me hace mirar hacia el cielo, sino que me hace mirar hacia los lados, hacia mi prójimo, que se encuentra atravesando momentos de necesidad”.
Es así como reiteró que lo guacareños son gente de fe y esta Semana Santa son invitados a vivir la Pasión de Cristo en sus parroquias más cercanas, para orar y acompañar durante la evangelización de la palabra del Señor.
Llevando la caridad de Jesucristo a tantos hermanos
Desde la parroquia Cristo Rey de Nueva Guacara, el padre Alexis Medina se muestra encaminado a seguir el llamado de Dios y con esto llevar la palabra a los fervientes guacareños, de quienes -pronunció- continúan con la gracia divina, llevando “el anuncio del Reino de los Cielos a tantas comunidades que lo necesitan, llevando la caridad de Jesucristo a tantos hermanos”.
Enfocado en profundizar cada día el valor de servir a Dios y a su pueblo, invitó a la reconciliación, de la que afirmó es la aceptación del otro, una virtud para el ser humano, como es la de aceptar al otro tal cual es, aceptar su pensamiento y respetar su forma de ser y actuar, y de la que convencido testificó que los feligreses de Guacara reflexionan en cada momento de encuentro personal y espiritual con Jesús.
“Debemos escucharnos para reconciliarnos, ser libres sin coaccionar la libertad del otro, porque de lo contrario se vuelve esclavitud; si todos llegamos a un acuerdo de cómo podemos hacer que el otro sea feliz, viviremos una verdadera reconciliación, ya que el sacrificio es una entrega generosa de amor para con Dios y desde Guacara seguiremos esa peregrinación que les ha caracterizado”.
Un pueblo acompañado por su alcalde
La devoción del pueblo guacareño ha traspasado la fibra humana de su gente, ha dejado de lado la vida cotidiana, los quehaceres y responsabilidades para adorar y acompañar a Jesús en su sacrificio de salvación; siendo una muestra de ello, el acompañamiento que reciben del alcalde Gerardo Sánchez en cada procesión de Jesús de Nazareth y en el apoyo brindado a la Virgen María durante la muerte de su hijo en el encuentro del Santo Sepulcro.
El joven mandatario ha sido con orgullo y fervor un guacareño más, servidor de Dios, creyente de su palabra y poder de unión, de renovación, por lo que vivir la Semana Santa en Guacara es quitarse la investidura de ciudadano profesional y vestirse como una oveja más del rebaño del Señor.
Con información de Prensa Alcaldía de Guacara