Así como es expresado en las letras de su himno, Guacara es un tesoro escondido, una tierra de arte, cultura, turismo, deportes e industrias. Una piedra preciosa de la magnificencia venezolana llena de cultores, artistas, hermosos espacios naturales y urbanos que, con el pasar de los años, han evolucionado para brindar a propios y visitantes una magia que los inspira a quedarse.
Hablar de Guacara como tierra de artesanos es perder la enumeración de las virtudes de su gente; aunque siendo más específicos, hablar de Guacara y sus artesanos es ahondar entre sus expresiones artísticas, específicamente en la orfebrería, trabajo artesanal con gran predomino manual que remonta su esencia a tiempos prehistóricos, cuando piezas sencillas de cobre, oro y plata daban forma a utensilios y adornos preciosos, entre ellos: vasijas, collares, pulseras, anillos y otros atuendos.
Pero es con el pasar del tiempo y el cambiante ritmo del mercado demandante, cuando la orfebrería toma nuevos rumbos en su práctica, influenciados por el aumento en los costos de los metales, haciendo que los artífices concibieran nuevas metodologías a base de materia prima jamás imaginada para la joyería y piezas decorativas, como es el caso del acero inoxidable, el cual siempre había visto su reflejo en piezas industriales desligadas totalmente de la estética y la ornamentación.
Por su parte, el acero inoxidable mostró a los artistas del metal ciertas propiedades y características que les permitía continuar llevándoles a los aficionados de éstos vestigios artesanales nuevas opciones con calidad, ya que tiene muy baja reacción en la piel, es resistente a la humedad, posee alta dureza, tiene memoria, ya que hay que aplicarle una cantidad de tratamientos para que éste ceda a convertirse en la pieza que se ha diseñado, se raya fácilmente, se trabaja en frío, al doblar resorta y se suelda en atmósfera inerte.
Cuna de la orfebrería en acero inoxidable en Venezuela
Rubén Natera, orfebre guacareño por vocación, cuenta que una vuelta de la vida en la que su joyería se encontraba en una difícil situación económica, lo llevó a incursionar en este preciado arte, más que como distribuidor como fabricante, para así auto gestionar la labor ejecutada en este sector comercial, asegurando que la experiencia lo ha enamorado rotundamente.
Sin conocer de procesos ni de los materiales y mucho menos del resultado, el momento coyuntural en la vida económica de Rubén le brindó la oportunidad de emprender desempeñándose a tiempo completo en una pequeña firma joyera denominada “Coronel y Natera Joyeros”, la cual funciona a partir de un pequeño taller y una tienda física para comercializar los hermosos trabajos finales que desprende esta expresión artística, cuya labor,afirma es su sustento de vida.
“Desde mis comienzos en la orfebrería en el año 2003 ha sido como un reto, partiendo de un ensayo y error, una perseverancia y constancia para poder recapitular y aprender el oficio en acero, porque con este metal es diferente a otro; el acero inoxidable es excesivamente duro y no se funde, siempre hay que trabajarlo en frío y todo de manera mecánica, hemos ido avanzando, motivándonos al logro más que a lo monetario”, dijo.
Una vez enamorado de la orfebrería y el potencial que ha descubierto en ésta en tierras guacareñas, Rubén sueña con convertir a esta ciudad de arte y cultura en la cuna de la orfebrería en acero inoxidable en Venezuela. Así como otros municipios son referencia por su incursión en oficios socio productivos, como el caso de Magdaleno en el estado Aragua con sus muebles, San Joaquín con las tan buscadas panelas, la Colonia Tovar con sus frutas frescas, El Callao con el preciado oro y muchos otros, sueña con una identificación como ciudad de gente emprendedora, y sonriendo invita a imaginar una valla de señalización en la Autopista Regional del Centro con entrada a Guacara que dirá: “Guacara, Ciudad de Orfebres”.
El artesano asegura que su intención es potenciar a Guacara en la cultura orientada al trabajo, a las artes, a la buenas energías, por lo que explica que ya ha dado algunos pequeños pasos firmes mediante un proyecto introducido ante el Ministro de Cultura, “y por el cual mantenemos la esperanza de cristalizar nuestro objetivo principal, que es que un día, ojalá esté vivo y no tan viejo para apreciarlo, los guacareños tengan un oficio por el cual sean reconocidos y de esta manera trascender en la vida a partir de lo sublime, de lo detallado de la orfebrería”.
Enfatizó que sueña con que la riqueza del conocimiento humano llegue a otros y sea trasmitido así de generación en generación, sin perderse en el tiempo, más bien consolidándose cada día más, “porque si yo puedo vivir con este oficio, otras personas lo pueden hacer hasta mejor que yo; hay muchas herramientas que elevan la creatividad única de las personas y, específicamente, la creatividad del venezolano”.
“Quiero formar una industria joyera de orfebres y estoy convencido que el talento humano para este trabajo está en las damas, me parece que ellas tienen una manera de trabajar más minuciosa e inventiva, siempre pendientes del detalle”, preconiza Natera, quien considera que hay muchas madres desempleadas, jóvenes emprendedoras y mujeres adultas en esta tierra con amplia experiencia en el tema de la joyería que pueden ser entrenadas para que incursionen en este oficio y éste se convierta en una actividad productiva autosustentable.
Proyecto “Arte en acero”
En esta particular idea, Natera explicó que nació el proyecto “Arte en acero”, luego de ver como en patios y almacenes de industrias de la localidad carabobeña la materia prima de acero inoxidable reposaba como desecho; “chatarra que podía ser convertida en joyería, un material con una aleación bastante poderosa de hierro, manganeso, cromo, que le da cierta dureza y ciertas propiedades, como el óxido de cromo, que al trabajarlo, se activa automáticamente impidiendo que la pieza se oxide y se dañe”, explica este talentoso conocedor.
El maestro artesano indicó que son estas propiedades las que permiten la elaboración de piezas únicas al aprovecharlas dándole un sin número de formas, además de que puede ser a partir de un insumo nuevo o reciclado; advirtiendo a su vez, que si se hace a partir de material reciclado, se brinda al cliente la misma calidad a precios muy bajos en la pieza terminada si se compara con joyas trabajadas con acero inoxidable nuevo.
“Nos pasó que cuando empezamos comprábamos láminas nuevas por desconocimiento, a precios muy elevados, lo que a su vez elevaba el precio del producto final, y que al trabajarlo tenía que ser maltratado y prácticamente dañado, porque es parte del proceso; es ahí cuando dijimos: no, debemos hacer una compra selectiva y probamos con chatarra, teniendo el mismo resultado, y hasta mejor que con el material nuevo y mucho más barato”, precisó Natera.
Dijo que el proceso de creación es realizado con láminas de entre 2 y 7 milímetros para hacerlo en un nivel artesanal y evitar que la pieza quede cortante e indeleble, para lo cual utilizan soldadura con argón.
Orfebrería en producción
El proceso de fabricación de piezas únicas y netamente artesanales mediante la orfebrería, inicia a partir de un diseño específico que en muchos de los casos se ofrece a gusto del cliente final. Se define la pieza para la escogencia de piedras, partes más pequeñas para los adornos, se continúa con el corte de la lámina para armar la joya diseñada, según detalló el orfebre.
Asimismo, describió el artesano que “se procede con el doblado o enderezamiento (en el caso de anillos y pulseras), proceso que es la esencia de la orfebrería; luego se ejecuta el tratamiento de bordes y orificios, marcaje, el soldado, según sea el caso, desbaste interno y externo, y posteriormente el tratamiento superficial o pulitura, rotulado, arenado o desrotulado para brindar un acabado final de calidad”.
Menciona Rubén que para la pulitura son aplicadas pastas abrasivas, una pasta negra para la limpieza de impurezas o pre-pulitura, con el fin de suavizar la superficie; otra blanca para la pulitura final; y una azul (opcional) para una repulitura y desactivación del proceso químico en el material. También, son utilizadas lijas para eliminar rebarbas, puntos de soldaduras y demás remates, todo esto con una rueda flat, un dremel y una fresadora, así como un doblador de pulseras, entre otras herramientas.
Un oficio que aleja a jóvenes y adultos del ocio
Como parte del camino proyectado por la casa artífice “Coronel y Natera Joyeros”, se tiene previsto con el respaldo de la Alcaldía de Guacara, ahondar en la orfebrería como un oficio educativo y productivo para niños, adolescentes y adultos del municipio, a través de la conformación de un “Taller Escuela Galería”. Esta necesidad surge del deseo de compartir los conocimientos adquiridos por el artesano Rubén Natera con las familias guacareñas, brindándoles una oportunidad de crecimiento personal y profesional que aleje de los hogares el ocio y los vicios que se derivan de éste, y a partir de allí multiplicar el aprendizaje y constituir una industria joyera en el corazón de esta noble tierra.
“Estamos trabajando con los estudiantes del municipio con total apoyo de la Dirección de Cultura de la Alcaldía de Guacara, porque queremos sembrar en ellos el amor por un oficio que podría permitirles crecer y trascender como personas de bien, un oficio que en caso de no contar con los recursos necesarios para emprender un ciclo universitario, los hará igual o más exitosos y, lo más importante, productivos para el país”, destacó el visionario emprendedor.
Enfatizó que lo mismo ocurre con los adultos que no estén laborando, “la orfebrería es un buen camino para aprender, crear, explotar la creatividad y estamos convencidos que en tierras venezolanas, especialmente en Guacara, hay mucho talento para aprovechar: gente buena, trabajadora, luchadora, con ganas de triunfar y dejar en alto el gentilicio de nuestra querida Venezuela”.
En una primera visita guiada de los estudiantes de la U.E Adolfo Blonval López, la expresión artística despertó expectativas en ellos hacia el aprendizaje para el ejercicio futuro del interesante oficio, así como el aprendizaje para compartir los conocimientos, entusiasmo y amor por el arte.
El impulso que actualmente ofrece la gestión del alcalde Gerardo Sánchez, en la construcción de un municipio de valores y principios a partir de las artes con el reciente Censo Cultural y su gente en esta representación artística a través de “Coronel y Natera Joyeros”, es muestra de que desde las bases de la sociedad, con los niños y jóvenes, apostar por un país de emprendedores es el camino correcto para el rescate de las ganas de luchar para ser cada día mejores ciudadanos.
Con información de prensa Alcaldía de Guacara