Hoy en día tomamos la harina de maíz precocida, agregamos agua y en un dos por tres tenemos las arepas. Pero antes de 1954 se pasaron por muchos dolores de cabeza para llegar a tan importante invento.
El ingeniero mecánico Luis Caballero Mejías pasó a ser uno de los profesionales más laureados y aplaudidos del país. Aquel 4 de junio de 1954 el ingeniero recibió la patente de su invento el cual fue aplaudido por mucha gente.
Anteriormente comerte una arepa era un gran esfuerzo, moler el país, procesarlo y hacer todo aquello paso a paso. Es por eso que el ingeniero desde muy joven quería hacer ese invento de la harina; el cual muchos consideran “formidable”.
Era precisamente el invento que buscaba hacer Mejías, para ello estudió de cerca el proceso del maíz. Como lo que era llevarlo a hacerlo harina, conservarlo y que tuviera siempre una arepa de color blanca.
En junio de aquellos años 50 las madres venezolanas agradecieron aquel invento y comenzaron a hacerlas. Incluso esto fue un “boom” ya que por radio se decía como se tenía que hacer el plato.
Harina de maíz precocida, el gran invento
El maíz tenía que ser pilado anteriormente para poder lograr una harina y esto llevaba largas jornadas de trabajo. Luego solo tenías que buscar agua y colocarlas en un recipiente y listo; esto bajó el consumo de harina de trigo en aquel tiempo.
Es por ello que el nombre de Mejías es hoy por hoy uno de los nombres inmortales en el país. Por su maravilloso invento, esto además hizo que la arepa lograra la posición que tiene en el mundo.
Y es por ello que hoy por hoy es uno de los alimentos preferidos y favoritos de los venezolanos. Uno de los platos que ha marcado pauta, trascendido y además del Himno, bandera; simboliza a la arepa como un sentir nacional.
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