El Monstruo de Machala atacó en dos países y aún paga condena en Barcelona, España. Un asesino en serie que a sangre fría llenó de luto varios hogares al occidente de Ecuador; y que la policía le costó capturar debido a que la escena del crimen las dejaba completamente limpias.
Gilberto Antonio Chamba Jaramillo era un taxista en Machala su carro era uno de los más lujosos; y lo tenía de esa manera para llamar la atención de las mujeres de la localidad; no montaba hombres en el vehículo por más que le insistieran.
Pero todo eso era una cortina para hacer sus fechorías y violaciones y algo que de verdad marcó a su país. Los taxistas de Machala y Río de Oro contaron la historia del hombre quien es considerado uno de los peores personajes de ese país.
Era una persona tajante, directa y muy concreta, seria y un hombre que siempre vestía de forma clásica; solo montaba en su taxi a estudiantes, mujeres solas y mujeres que vería que podía atacar. En su carro tenía una especia de bastón para supuestamente defenderse de ladrones.
Pero esta arma contundente era su arma secreta para dejar a las mujeres sin vida; la había mandado a fabricar para asesinar a las mujeres. Un total de diez víctimas atacó sin compasión en esa parte de Ecuador.
El Monstruo de Machala y su técnica
El hombre no dejaba huellas y pocos sabían quien verdaderamente era, durante 1988 y 1993 atacó a diez féminas; dos de ellas eran menores de edad. Lo peor las dejaba al costado de las carreteras solitarias sin dejar huella. La policía le llamó la atención que estas murieron de la misma manera atacada por el objeto contundente.
Así el hombre, durante cinco años estuvo enloqueciendo a la policía; se coló entre las personas que el asesino era un taxista. De esa manera fueron revisando los carros hasta que dieron con el sujeto del bastón. No conforme con ser descubierto nunca negó que era el asesino de mujeres solitarias; también llevó a la policía a los lugares donde cometía los feminicidios.
El modus operandi era sencillo ganarse la confianza de las mujeres las cuales llevaba en el taxi; hasta que consideraba el día y la hora de dejarlas sin vida. El hombre narró todo aquello y recibió una condena muy débil; ya que no había muchas pruebas que lo delataran; de hecho pensaron que no era el verdadero asesino.
Además de eso se dedicó en la cárcel a ser un hombre ejemplar, enseñó a los otros presos, oficios; y muchos lo consideraron una persona apta para salir del penal; ya en el año 2000 estaba de nuevo en la calle.
Se marchó del país
Ya con el beneficio el hombre se va a Barcelona, España donde dijo iba a iniciar una nueva vida; allí comenzó a trabajar en el estacionamiento de un cine; pero nuevamente comenzó a acosar a las mujeres.
En su astucia solo le llamaban Gilberto y pocos sabían de su pasado en Ecuador; el hombre solicitaba el teléfono de las damas que estacionaban para avisarles cualquier eventualidad; pero a su vez lo utilizaba para acosarlas.
El 1º de diciembre El Monstruo de Machala se dejó llevar por sus bajos instintos violando y asesinando a una joven. María Bascuñana estudiaba Leyes y apareció muerta en el mismo estacionamiento.
Cometió uno de los crímenes que lo dejó al descubierto ya que las amigas de la joven asesinada; hablaron de su comportamiento en el estacionamiento y las pruebas telefónicas lo delataron; además de su ADN encontrado en el semen encontrado en el cuerpo de la fallecida.
Pero no todo terminó allí determinaron que el hombre ecuatoriano había escondido su pasado en Ecuador. Hasta ahora paga una condena de veinte años y es probable que en 2024 salga a la calle en España.
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