El precio del bitcoin ronda estos días los 2.700 dólares la unidad, pero cuando Erik Finman comenzó a invertir en la criptomoneda su valor no alcanzaba los 20 dólares. La historia de este joven millonario es tan fascinante como increíble. Creció en Idaho (EE.UU.) y no le gustaba ir a la escuela. Por ello, llegó a un acuerdo con sus padres: si cuando cumpliese los 18 años tenía un millón de dólares, no podrían obligarle a ir a la Universidad. Y lo consiguió.
Todo comenzó en 2011, cuando Finman tenía 12 años. El joven recibió 0,2 bitcoin de su hermano mayor, Scott, que quería que comenzase a aprender cómo funcionaba la criptomoneda. Hay que tener en cuenta que, por aquel entonces, solo unos pocos conocían la existencia de la moneda virtual y su precio era de aproximadamente 12 dólares.
Sin embargo, su gran oportunidad para invertir llegó poco después, cuando su abuela le regaló 1.000 dólares por Pascua, y en lugar de comprar miles de juegos o ponerlo todo en una cuenta de ahorros, Finman decidió destinar todo su dinero al bitcoin. Dos años más tarde, aquella decisión le depararía una agradable sorpresa. La inversión que había realizado gracias al dinero de su abuela se había transformado en 100.000 dólares.
Invirtió el dinero en una empresa que luego vendió por bitcóin
Finman optó por vender sus criptomonedas para invertir el dinero en un proyecto bautizado como Botangle, una ‘startup’ que ofrecía un punto de encuentro entre estudiantes que buscaban información diferente a la que se aprende en las clases y expertos que podían ofrecerles su apoyo. Así, con solo 15 años, este joven emprendedor tenía 20 personas trabajando en su iniciativa y más de 100 usuarios activos que participaban en el proyecto.
Sin embargo, según narra el emprendedor a CNBC, su gran oportunidad llegó a principios de 2015, cuando un inversor le ofreció por su empresa 100.000 dólares o 300 bitcoin, cuyo precio por unidad era en ese momento un poco superior a los 200 dólares. Finman escogió la segunda, y desde ese momento dedica su tiempo a manejar sus inversiones en bitcoin y trabajar en varios proyectos, como el ELaNa de la NASA.
De esta manera, el joven inversor ha conseguido ganar la apuesta a sus padres, ya que actualmente tiene 18 años y 403 bitcoin, que podría vender mañana por más de un millón de dólares. «La forma en la que el sistema educativo está estructurado ahora, no lo recomendaría. No funciona para nadie. Recomendaría Internet, que es gratis. Puedes aprender un millón de veces más en Youtube y Wikipedia», ha declarado al citado medio.
Con información de Actualidad RT