El cerebro de un niño desde temprana edad se encuentra activado con la cantidad de estimulantes; que tiene a su alrededor y de allí la importancia de todos los factores que se encuentran cerca de ellos.
Es común como estos pueden apreciar los juegos que los padres le realizan, bien sea de cosquillas; repetición de sonidos, o movimientos de objetos de colores. Todo esto sirve como estimulación.
Es importante diferenciar lo que es el juego y la estimulación que un niño recibe con los videojuegos; pero esto no contribuye en el desarrollo neurológico; de hecho no es recomendable.
Los juegos que aportan beneficios emocionales al niño son aquellos que combinan actividad física con actividad mental; preferiblemente con personas queridas en ambientes naturales; y que le sirva de estimulación.
El niño y el desarrollo
Los juegos ayudan al desarrollo de la imaginación además de la estimulación y creatividad del niño; colocar simplemente papel y colores de manera el pequeño dibuje lo que más le gusta; ayudará a los padres a descubrir las tendencias de los gustos de él.
Cuando estos juegan liberan hormonas y sustancias que le ayudan a eliminar el estrés; creando así una vez que termine el juego un niño más relajado. Al momento de jugar no solo el pequeño se encuentra activo físicamente; también en el habrá mucha estimulación.
También se está desarrollando de manera emocional, social y cognitivamente. Con la actividad física se desarrollará físicamente, el aprender reglas lo impulsará a respetar normas, lo ayudará a tener estimulación
Los juegos de mayor beneficio son los rompecabezas o puzles; los juegos con plastilinas o arenas moldeables donde el pequeño cree lo que le guste; colorear o los juegos de tacos para formar figuras. De esta manera tendrá mayor estimulación.
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