La historia de Patrick Kearney sigue siendo una de las más fuertes, si de asesinos en serie se habla. El hombre nació en Los Ángeles en el año 1939 pero la turbulenta niñez y adolescencia lo marcaron para siempre.
Kearney era golpeado por otros jóvenes en los años cincuenta, tuvo que abrirse paso entre los que le querían someter y entre la venganza que soñaba. Todo eso provocó en el una sed de venganza.
A los 13 años fue arrestado precisamente por causar fuertes lesiones al perro de su casa. Desde allí los padres sabían que no estaba todo bien para él y que su futuro sería incierto. Para los años 1962 y hasta el 67 comenzaron a aparecer jóvenes muertos.
Ya Kearney cometía los crímenes pero sin dejar una huella clara para ser arrestado, de hecho nadie sospechaba de él. Lo veían como retraído o una persona que no podía hacerle daño a nadie. Nunca dio pistas para las sospechas.
Ya tenía una moto a los 19 años y se veía como un joven aventurero y fue cuando en la autopista aparecían los cadáveres en las rutas de California. En el año 1974 ya llevaba un largo historial de crímenes los cuales dejaban confundidos a los policías.
La historia de Patrick Kearney
A pesar de que había vigilancia en las autopistas nadie veía cuando cometía los crímenes. Para el año 1977 conoció al joven John Otis Lamay y fue cuando la policía lo descubrió, las pruebas lo dejaban en evidencia. Pero no sospechaban que había sido el que había cometido tantos crímenes.
Habían visto a Lamay en la moto con Kearney lo que dejo claro que había sido el autor. Ya unas décadas después confesó los asesinatos que había cometido. Se declaró culpable para de esa manera evitar la pena de muerte.
Kearney está vivo y se mantiene en cadena perpetua en una prisión de Los Ángeles a la edad de 84 años.
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