Tomás se reía de la leyenda de Las Galeras del Pao en el estado Cojedes, esa noche de 1993 dijo que iría en su camión y de noche ya que era más fresco. “Todo eso es inventado por la gente pa’ que uno no viaje de noche”.
Las carreteras venezolanas están llenas de leyendas e historias… “Cuidado Tomasito, mire de que vuelan… vuelan”, le decía su jefe Felipe mientras cargaban el camión de cemento. Toda la plataforma iba llena de sacos de cemento.
Durmió unas horas para comer y tomarse un buen vaso de café e irse poco a poco luego de las once de la noche. Cuando iba por las galeras del Pao iba ya de madrugada, respiró profundo mientras subía volumen al cassette de Los Terrícolas.
El camión iba bien y subió un poco la velocidad, la vía del Pao siempre ha sido para muchos camioneros una vía de respeto. No solo esa también las vías de Portuguesa, Lara, Monagas, Villa de Cura, Guárico, entre otras.
Pero al pasar una mata de mango ve que sale una mujer vestida de blanco, corriendo de la cuneta. Tomás respira profundo y clava los frenos, el sonido de los cauchos hizo que el camión se tambaleara. Sintió que pudo haber atropellado a la mujer.
Las galeras del Pao y la leyenda
Con un dolor en el pecho, sudando frío se bajó del camión y revisó con la linterna pero lo escalofriante fue que no había nada. “Pero bueno y esto, donde está la mujer”, decía Tomás alumbrando hacía otro lado.
Se acordó de lo que le decían los demás conductores… “allí dicen que sale una mujer corriendo pero que nunca la encuentran. Lo hace para que voltees la carga, o pierdas el control”. Respiró profundo y siguió conduciendo.
Unos días después un gandolero le dijo… “esa mujer que sale supuestamente mató a su papá y a unos hijos y desde hace tiempo anda penando por esa vía”. Esa carretera sigue siendo una de las que más leyendas y cuentos tiene.
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