Este miércoles se cumplen 517 años de aquel 24 de agosto de 1499, cuando Alonso de Ojeda, acompañado de Juan de la Cosa y Américo Vespucio, descubrió el Lago de Maracaibo.
Las primeras crónicas históricas sobre el tema relatan que Ojeda, en un primer viaje, recorrió la costa desde Paria hasta el Cabo de La Vela, cruzando frente a la barra de Maracaibo. Siguiendo por la costa del golfo, al cual llamó Coquibacoa, descubrió el inmenso lago, al cual dio el nombre de San Bartolomé, en honor al santo, cuyo onomástico se celebra cada 24 de agosto.
Años mas tarde, el 24 de agosto de 1962, fue la Inauguración del Puente sobre el Lago de Maracaibo. Hecho que ocurrió durante la presidencia de Rómulo Bentacourt, y que era considerado entonces, el puente más largo del mundo, bautizado con el nombre del General Rafael Urdaneta y que uniría a esta ciudad con el resto del país.
El lago de Maracaibo conforma un cuerpo de agua ubicado en el occidente de Venezuela y denominado una gran bahía semicerrada y salobre, o más comúnmente un lago; en este caso, con una superficie de entre 13.210 a 13 820 Km2 y considerado actualmente el más grande de Latinoamérica y el 19° entre los lagos más grandes del mundo.
Los más recientes registros geológicos demuestran que el Lago de Maracaibo es el segundo más antiguo de la Tierra, con una antigüedad entre 20 y 36 millones de años.
Se trata de una de las zonas de mayor riqueza petrolífera del mundo con más de 15.000 pozos perforados en su cuenca desde 1914. En esta área también se presenta el denominado Relámpago del Catatumbo, fenómeno que mediante 1.176.000 relámpagos por año, genera hasta cerca del 10% del ozono atmosférico del planeta.
Con información de Correo del Orinoco