Ni las autoridades sanitarias ni la ciencia comprenden los motivos que inducen a los jóvenes a organizar las desafiantes fiestas COVID.
Las COVID party se extienden por todas partes junto con la pandemia. Son fiestas donde los organizadores invitan deliberadamente a personas contagiadas con el coronavirus y el primero de los asistentes que dé positivo en un test se lleva un bote con dinero.
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En un primer momento se pensó que se trataba de rumores sin fundamento que se divulgaban en las redes sociales. Sin embargo, ahora se confirma que las escalofriantes celebraciones son cada vez más comunes.
A pesar de los llamados de atención y pese a los rebrotes que se producen, las fiestas ilegales proliferan. Lo insensatez llega a los extremos que no sólo ponen en riesgo sus propias vidas, sino también al resto de la humanidad.
En el Hospital de San Antonio, Texas, falleció un hombre de 30 años que participaba en las fiestas COVID. Según ellos el objetivo consiste en que los asistentes contraigan el virus y en consecuencia desarrollen anticuerpos. Aseguran que de esa manera se harán inmunes a la enfermedad. Otros jóvenes acuden porque consideran que el virus no existe, que se trata de un invento.
Sin embargo, los médicos del hospital estadounidense advirtieron que el rango de edad más afectado por los contagios va desde los 20 hasta los 40 años.
Proliferan las fiestas COVID
Según el personal del hospital, citado por Fox News, la víctima era un hombre saludable que, antes de morir, le dijo a la enfermera que estaba a su cargo que había “cometido un error”. Y agregó: “Pensaba que era el coronavirus era un engaño”.
La doctora Jane Appleby, del Hospital Metodista de San Antonio, lamentó el deceso, que calificó de “evitable”. Señaló que el virus es real y puede infectar a cualquiera.
Texas no es el único Estado donde están de moda las COVID party. El pasado mes funcionarios del Gobierno del Estado de Alabama informaron de que varios estudiantes estaban organizando ese tipo de celebraciones.
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En Washington también alertaron sobre los mortales eventos. Las autoridades sanitarias creen que unos cien jóvenes hospitalizados se contagiaron en las fiestas COVID. Allí se reúnen personas contagiadas con otras no infectadas para enfermarse de una vez. A los contagiados se les considera como los invitados especiales. Ellos reciben abrazos, besos y comparten sus bebidas.
Toda una locura, según los sanitaristas. Para ellos no existe distanciamiento social ni cuarentena.
