El próximo 11 de septiembre se espera la intervención del presidente de la República Nicolás Maduro en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a celebrarse en Ginebra, Suiza, de acuerdo con información del organismo multilateral.
La ONU ha recibido una nota verbal de la Misión Permanente de Venezuela ante el organismo en Ginebra confirmando que al mandatario venezolano le gustaría intervenir el lunes por la mañana, en lo que será el día de apertura de la trigésimo sexta sesión del Consejo de Derechos Humanos, señalaron las fuentes.
La semana pasada la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU (Acnudh) publicó un informe que recogió las denuncias de lo ocurrido durante las manifestaciones antigubernamentales en el país, que entre abril y julio, dejaron al menos 124 muertes según la información oficial del Ministerio Público.
«La Acnudh llegó a la conclusión de que las fuerzas de seguridad emplearon sus armas de servicio durante las manifestaciones, causando la muerte de 27 manifestantes», según el informe definitivo sobre las violaciones cometidas entre el 1 de abril y el 31 de julio, periodo en el que murieron un total de 124 personas.
De las 124 muertes relacionadas con las manifestaciones que el Ministerio Público ha investigado, las fuerzas de seguridad son responsables de al menos 46, de los que dos se produjeron por inhalación de gases lacrimógenos, uno por perdigones de plástico, 14 por perdigones y “metras”, dos por el impacto de cartuchos de bombas lacrimógenas u otros y 27 por armas de fuego.
Sin embargo, el embajador venezolano ante la ONU en Ginebra, Jorge Valero, afirmó que ese informe “es una patética demostración de que esa oficina y, especialmente, el propio alto comisionado, Zeid Ra’ad Al Hussein, han tomado el camino de denostar la democracia participativa y protagónica que existe en Venezuela”, señaló en un comunicado.
Valero acusó a la Oficina del Alto Comidionado de comportarse “como una de las tantas ONGs financiadas por intereses inconfesables, para satanizar -en nombre de los derechos humanos- a gobiernos y pueblos soberanos” y de sumarse “a la campaña intervencionista foránea, que busca erosionar la soberanía y el derecho a la autodeterminación de la Patria de Bolívar”.
El informe, añade el embajador, “está plagado de mentiras”, por utilizar presuntamente “fuentes sesgadas” y reproducir información “de organismos fantasmas, de ONG financiadas por instancias del Gobierno norteamericano y órganos de seguridad”.
Con información de Efecto Cocuyo