El devenir político del estado Carabobo siempre ha estado enlazado, de una forma u otra, con el destino del país. No sé si es algo mágico o místico, pero los sucesos importantes que han ocurrido en nuestra región siempre terminan impactando, de forma positiva, a toda la nación.
Han transcurrido dos semanas desde que el Gobernador Rafael Lacava tomó la decisión de convocar a una mesa de diálogo regional, involucrando a todos los sectores que hacen vida y forman parte esencial de nuestro estado. Lo verdaderamente relevante de este diálogo es que se han incorporado organizaciones de diversas ideologías, sectores económicos y académicos que han tenido total libertad de expresarse, inclusive aquellos quienes adversan al chavismo, haciéndolo siempre enmarcados en el respeto y con el objetivo de lograr puntos de encuentro que se traduzcan en soluciones a los problemas que nos afectan a todos por igual.
No puedo dejar de mencionar, una mesa de diálogo que se realizó con todas la universidades, nacionales y de gestión privada, así como institutos de educación superior de Carabobo. Un espacio donde la academia dio un paso al frente para trabajar hombro a hombro con el gobierno regional, no solo para buscar solución a los problemas urgentes, sino a los que requieren una planificación a mediano y largo plazo, aquellos que hoy quizás no nos afectan tanto como otros, pero alguien debe dar el primer paso para comenzar a resolverlos.
Quiero destacar en esa reunión, la presencia de la Rectora de la Universidad de Carabobo, la Dra. Jessy Divo de Romero, quien ha puesto sobre la mesa toda la experticia y vocación que tienen los miembros de nuestra Alma Mater con el fin de dar soporte al progreso y desarrollo de nuestra región.
Para nadie es un secreto que en el pasado hubo episodios difíciles entre El Gobernador Lacava y la Rectora, producto sin duda de la diatriba política. Pero allí reside la diferencia entre el político y el estadista, de aquel que sabe cómo vencer las diferencias y colocarse a la altura del momento histórico que la patria nos exige. A todas luces el Gobernador ha tendido su mano y sabe, que para escribir un nuevo capítulo siempre es necesario pasar la página.
La paz es hija de la convivencia, de la educación, del diálogo. Es una frase de Rigoberta Menchú, que describe el anhelo que tenemos todos los carabobeños y los venezolanos en general. Que se imponga la discusión franca pero respetuosa y que defendamos nuestras ideas con el afán que amerite la situación, pero siempre tolerando la ideología ajena y el derecho que tiene cada uno de expresarla. Al final del día, la suma de voluntades es el único camino que nos conducirá al futuro que anhelamos.
Estamos seguros de que se ha abierto un nuevo capítulo en la historia de nuestro estado, uno en el que hemos sido llamados a participar, ya que hoy más que nunca Carabobo y Venezuela nos necesitan a todas y todos. Hagamos historia.