A pesar de las recientes sanciones impuestas por el gobierno del presidente Donald Trump a altos funcionarios del régimen venezolano, y de haber prohibido al sector financiero las transacciones con bonos del Estado venezolano, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur L. Ross Jr. tiene una participación en una compañía naviera que recibe millones de dólares al año en ganancias por prestar servicio de cabotaje a la estatal Petróleos de Venezuela.
Ross, un millonario inversionista de capital privado, vendió la mayor parte de los activos de su empresa antes de unirse al gabinete del presidente Donald Trump en febrero, pero mantuvo una participación en la compañía naviera Navigator Holdings Ltd., establecida en las Islas Marshall en el Pacífico Sur. Las entidades offshore en las que Ross y otros inversionistas mantienen una participación financiera controlaban 31,5% de la compañía en 2016.
Según el reporte anual de la empresa presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) Pdvsa no es precisamente un cliente menor de Navigator, pues contribuyó con 10,7% de sus ingresos en el año fiscal de 2014, y con otro 11,7% en 2015. Esto es un pago neto de 33,7 y 36,9 millones de dólares respectivamente que la empresa recibió al fletar tres de sus 29 tanqueros para el transporte de gas licuado de petróleo (GLP) esos años.
La prohibición de Washington a los bancos estadounidenses de participar en algún tipo de financiamiento al gobierno venezolano, incluyendo Pdvsa, no afecta directamente el negocio de Navigator con Venezuela pues las sanciones todavía no ordenan suspender todo tipo de relación comercial con la autodenominada Revolución Bolivariana.
Sin embargo, en su reporte anual, la empresa reconoce que “los riesgos geopolíticos asociados con fletar embarcaciones a corporaciones estatales indonesias y venezolanas son significativos y pueden tener un impacto negativo en nuestro negocio, nuestra condición financiera y resultados operativos”.
Entre esos riesgos destaca la posibilidad de expropiación o nacionalización de propiedades, las dificultades para defender sus activos ante las cortes del país y dificultades para mantener el nivel de ganancias debido a elementos como el control de cambio, huelgas, cambios súbitos en las leyes, insurrecciones y hasta guerras.
“Si surge alguna disputa contractual sería difícil para nosotros hacer valer nuestros derechos contra Pdvsa (…) No podemos predecir cómo las políticas gubernamentales pueden cambiar en el presente o futuro bajo los gobiernos de Venezuela o Indonesia (…) Dependemos en buena medida de terceras personas para ofrecer servicio técnico a nuestra flota”.
A pesar de estas advertencias, hasta abril de este año Navigator ofrecía servicios de transporte marítimo a Pdvsa por lo menos con dos de sus tanqueros: Navigator Taurus y Navigator Virgo, que suelen cubrir rutas entre Venezuela y las islas del Caribe.
Con información de El Nacional