El terminal de pasajeros Big Low Center de Valencia presentó una movilización de al menos 151 mil 559 pasajeros en lo que lleva el mes de diciembre, una baja del 64% con respecto al 2019, cuando se registró una movilización de 422 mil 669 usuarios.
Así lo informó en entrevista con El Carabobeño el director de la terminal terrestre, Luis Gómez, quien atribuyó la escasa movilización registrada hasta la fecha a las restricciones derivadas de la pandemia de COVID-19.
«Vamos de menos a más», indicó. Además explicó que al inicio de este mes reportaban solo 10% de movilización y ahora ya van por 36%.
Asimismo, aclaró que no se vive una escasez de unidades, por lo que está garantizada la movilización hacia todas las rutas nacionales. Las que tuvieron mayor demanda corresponden a las intermedias: Caracas, Barquisimeto, San Felipe y Coro; así como las cortas: Puerto Cabello, Morón y Maracay.
En contraste, las rutas largas, especialmente las que van hacia estados fronterizos como Táchira y Zulia, este año bajaron a un 20% de movilidad.
Para este jueves 24 de diciembre solo una estaba operativa y se espera que el resto retome operaciones después del 26. “La gente se está absteniendo de viajar por los gastos que esto representa y por los riesgos que se corren”.
En cuanto a movilización del Big Low en las rutas suburbanas, la máxima autoridad de la principal terminal de Valencia aseguró que todas se mantendrán trabajando durante lo que queda de diciembre: Puerto Cabello, Morón, Bejuma, Montalbán, Miranda y Tinaquillo.
Espera que este viernes 25 de diciembre aumente la demanda a la costa carabobeña, como ocurre tradicionalmente.
Sobre la seguridad en las instalaciones, resaltó: “Los pasajeros que salen por esta terminal, lo hacen de manera segura. En lo que va de año no tenemos ningún incidente o robo. El primer año logramos procesar mil 200 casos en 14 modalidades delictivas y este año eso disminuyó en un 98%”.
Debido a que Nicolás Maduro adelantó que al iniciar el 2021 decretaría 14 días continuos de cuarentena radical, el funcionario aseveró que todavía no tienen claro cómo se llevará a cabo la Movilización del Big Low en enero.
“Probablemente la cuarentena comience el 7 de enero, para dar chance de que quienes viajaron puedan retornar. El 2 de enero es cuando se registra mayor movilización, sobre todo de las personas que regresan”.
Tarifas
Dentro del Big Low Center las tarifas de los pasajes están reguladas y ajustadas a la gaceta. Según el documento emitido por el gobierno, un viaje desde Valencia hasta Caracas, que la ruta con mayor demanda según Gómez, tiene un precio de dos millones 300 mil bolívares, el equivalente a casi dos dólares y medio.
Desde Valencia hacia Maracay (Aragua), un usuario debe pagar 741 mil 984 bolívares; hacia San Felipe (Yaracuy), un millón 786 mil bolívares; y hacia Coro (Falcón), cinco millones 532 mil bolívares. Después de Caracas, estas tres rutas también están entre las que mayor demanda reportaron.
Para las rutas largas la inversión en pasaje resulta mucho mayor. De acuerdo a las tarifas fijadas por el gobierno, un viaje desde Valencia a Maracaibo (Zulia) cuesta 12 millones 770 mil 574 bolívares si se hace en transporte ejecutivo y 17 millones 577 mil bolívares en los denominados bus cama.
Hasta San Antonio (Táchira), el precio se encuentra en 18 millones 237 mil bolívares en ejecutivo y 25 millones 104 mil bolívares en bus cama.
Con estas tarifas, viajar se volvió imposible para un gran porcentaje de la población, tomando en cuenta que desde el 1° de mayo de este año el salario mínimo se mantuvo en 400 mil bolívares, que equivalen a menos de medio dólar de acuerdo a la tasa de cambio paralela.
Respecto a las modalidades de pago, Gómez detalló que los usuarios pueden pagar en bolívares, euros o dólares; por lo que los transportistas tienen prohibido condicionar el tipo de moneda que reciben como pago de los pasajes.
Terminales clandestinos
A pesar de que dentro del Big Low Center se pueden observar las unidades disponibles hacia las rutas intermedias y cortas, en las adyacencias de las instalaciones existen vehículos que operan de forma independiente, sin las regulaciones impuestas por las autoridades de la terminal.
«Las unidades que están afuera yo recomiendo no tomarlas, porque especulan con los precios y no poseen seguridad. Además, representa un riesgo para cualquier usuario abordar una unidad que opera de forma clandestina. Salir de un terminal clandestino implica que el usuarios podría tener muchos problemas en la vía porque la unidad sale sin el listín que solicitan en las alcabalas», detalló.
En ese sentido, llamó a los usuarios a usar las unidades dispuestas en la terminal de Valencia. Según sus declaraciones, «se tiene seguridad, los precios están ajustados a gaceta y vigilan el cumplimiento de las medidas de bioseguridad para prevenir la propagación de la COVID-19».
“Desde el punto de vista económico, de operatividad y seguridad, recomiendo viajar por esta terminal, donde se tiene absoluto control”, insistió. “Esta dirección trabaja en la primera línea de defensa del usuario”.
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