Era aquel 1991, parte de aquellos años donde el patrón estaba en pleno mandato. Pablo Escobar en La Catedral, le daba el aval de estar preso pero un paraíso. El antiguo lugar a las afueras de Medellín fue acondicionado y convertido en un palacio.
Había acordado con el gobierno en entregarse pero mandó a hacer una cárcel a su medida. De paso los custodios querían estar allí por las buenas pagas. Aquella Navidad de Pablo Escobar en La Catedral la vivió en grande.
De hecho aquel diciembre de 1991 se fotografió con un sombrero ruso y simulaba una celda con barrotes. Pero la misma era un lugar de encuentro donde había de todo; sobraban las comidas los vinos importados y las delicateses.
Aparte había un gimnasio, un helipuerto donde legaban estrellas de la televisión. Deportistas como René Higuita y el ahora técnico Leonel Álvarez entre otros. La cárcel contaba con una cascada y una vista que simulaba estar en Europa.
Así Escobar estaba preso pero su propio paraíso donde las fiestas reinaban. Donde las mismas se organizaban en grande; hacían orgías. Las bellas mujeres adornaban aquel lugar donde pate del ejército del patrón estaba presos.
Morenas, catiras, francesas, españolas, caleñas y todas hermosas estaban en el lugar. Las mismas tenían incluso su espacio en aquel; palacio de narcos. Donde todas tenían que ser aprobadas por él.
Pablo Escobar en La Catedral y aquella Navidad
De hecho invitó a reporteros y a periodistas para una entrevista en aquel paraíso carcelario. Donde reinaba de todo, solo que los periodistas no vieron el trasfondo. Solo lo veían en su simulada celda.
La foto que recorrió el mundo fue aquella donde Pablo Escobar en La Catedral se veía tras las rejas. Pero todo era un teatro armado por su mente macabra, donde el ejército también lo acompañaba.
Por supuesto que la prensa solo vio una parte de aquel paraíso donde el rey de las drogas; lucía cual emperador. La foto le dio la vuelta al mundo y se veía solitario y acompañado por sus hijos. Pero las cosas se fueron ventilando.
Aquella Navidad hubo cenas con demás de comida; de hecho había un chef francés y un italiano. La misma contaba con una biblioteca inmensa y aparte de eso una sala de masajes. Hasta un campo de fútbol, el cual era más que cuidado.
Sin duda aquello no era una cárcel y fue lo que llamó la atención la prensa. Aquel lugar que primero era un centro de rehabilitación; el patrón lo convirtió en un paraíso. El mismo desde arriba se ve en forma de cruz.
Lo que se conoció
Hasta empresarios y hasta aquellos que querían hacer negocios con el patrón; lo buscaban en esa cárcel. Salieron a la luz que aquello todo era un teatro y que a cambio de no volar la ciudad; prefería estar allí.
Ya en 1992 en junio de ese año Pablo Escobar en La Catedral se fugaría. Planearía otra fuga donde salió sin problemas y los custodios no levantaron sus armas. Y todo su ejército dejando a todos en incógnita.
Luego de la salida no hubo quien cuidara aquel palacio el cual fue poco a poco desvalijado. Todo acompañado de aquella fabula donde había escondido millones de dólares. Donde Medellín era una vez más reino de un narcotraficante.
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