Panamá anunció este viernes medidas para enfrentar la crisis migratoria en el Darién, que ha llevado «al límite» las capacidades del país.
Entre las medidas está aumentar las deportaciones y movilizar los puntos de control para reducir el impacto en las pequeñas comunidades que de desplazan por este punto.
Se van a «construir al lado de estos lugares de acogida espacios donde podamos integrar y tener contenidos a los migrantes, (para) que no afecten el diario vivir de todas las personas de las comunidades», indicó la directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Samira Gozaine.
Este primer paquete de medidas, las cuales entraron en vigor de manera inmediata, también incluye reforzar «las deportaciones y las expulsiones de los ciudadanos irregulares que tengan antecedentes penales, a través de contrataciones de vuelos chárter», según Gozaine.
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