El famoso reportero Carl Berstein, comentaba que su informante “garganta profunda” le decía que cuando quisiera conocer el trasfondo real en cualquier investigación del mundo político, debía seguir la pista del dinero y no la de los discursos. “Sigue la ruta del dinero” decía el informante a los reporteros del Washington Post cada vez que se perdían en el curso de la investigación.
Este consejo del mítico personaje anónimo del caso Watergate (cuya identidad se reveló en 2005 resultando ser William Mark Felt, ex director adjunto del FBI) es aplicable a la hora de investigar el por qué de las decisiones políticas de algunos dirigentes de la oposición venezolana de cara a las elecciones parlamentarias de 2020.
La oposición venezolana se divide entre dirigentes que consideran que se debe ir a elecciones parlamentarias y quienes consideran que deben continuar pidiéndole a fuerzas extranjeras que vengan a resolver los problemas del país a través de opciones como un bombardeo humanitario o unos “homicidios colectivos” como ha llamado Iván Duque a las masacres que ocurren en su país.
¿Quiénes son los personajes que se oponen a las elecciones?
María Corina Machado.
Si usted se mete en Wikipedia, leerá que María Corina es ingeniera, venezolana y que fue fundadora del programa “Súmate” una plataforma electoral de la oposición y del movimiento “vente Venezuela” que aboga por una coalición internacional que venga a matar a Maduro en una operación comando con apenas algunos daños colaterales entre los que destacan unos trescientos mil muertos en los primeros días y unos diez años de inestabilidad política y guerra interna con la muerte de un 20 o 30% de la población.
Si usted no me cree, simplemente revise las cifras y la situación política de Iraq después de asesinar a Hussein, Libia después de asesinar a Gadafi, o ejemplos más cercanos como Colombia después de asesinar a Gaitán (60 años de guerra civil) o Chile después de asesinar a Allende.
Claro, si usted es opositor (a), me va a decir que no siempre es así, pues en Panamá se hizo un bombardeo humanitario para sacar a Noriega que fue rapidito y, apartando las masacres del Chorrillo donde murieron unos pelabolas, no pasó mas nada.
No sé, pero creo que citar a Panamá como ejemplo de lucha anti imperialista para compararla con Venezuela sería un tilín injusto, ya que, desde la rebelión de Andresote en 1713, pasando luego por la de Gual y España, la de Miranda, la de Bolívar, Páez, Sucre, Urdaneta y Piar (cuyo ejército liberó cinco naciones incluyendo a Panamá que era parte de la Nueva Granada, es decir, Colombia) la de Zamora, y la Revolución Bolivariana iniciada por Chávez, hemos dado demostraciones de que no somos muy asiduos de dejarnos montar la pata por invasores extranjeros.
Volviendo a María Corina, otra cosa que no dice Wikipedia es el linaje de nuestra ingeniera. María Corina pertenece a la familia Machado, emparentada con los Zuloaga. Si, los que desde la compañía Guipuzcoana hasta el presente, han sido aliados de fuerzas extranjeras para explotar recursos en Venezuela. En el pasado se trató de agricultura y en el siglo XX del proceso que privatizó la distribución la electricidad.
En el siglo XIX sus ancestros se quejaron de Bolívar por quitarles su derecho a explotar sus hermosos esclavos y en el siglo XX se quejaron de Chávez por robarles su derecho celestial a privatizar la electricidad.
De manera que María Corina no está loca, ella está actuando de manera racional y en concordancia con los valores de su familia, de sus creencias y su linaje social. El detalle es que esas creencias, esos valores y ese linaje, no coinciden con el de la mayoría de los venezolanos y representan intereses distintos a los nuestros.
Ella, actuando coherentemente solicita que se le devuelva a su familia, el derecho a la explotación de esclavos que le arrebató Bolívar y el derecho a la privatización de la electricidad que le arrebató Chávez. Pero además, considera que no tiene por qué ir a elecciones y medirse con este montón de negros, zambos y blancos de orilla si su linaje le permite que, por la vía de una invasión –eso sí, humanitaria- se acabe con esta oclocracia (gobierno de las muchedumbres) y se restituya el poder fáctico otorgado por Dios a las personas de origen noble. Afirmando además que quienes no estén de acuerdo con ésta lógica, son resentidos o resentidas sociales, a quienes trata de parecerse disfrazándose de pueblo en permanente campaña publicitaria.
Leopoldo López
También de origen noble, fundó un partido con recursos provenientes de PDVSA. Con una alta formación política de extrema derecha influida por organizaciones internacionales de alto octanaje pro imperial.
Muy vinculado (filogenéticamente hablando) a los beneficios de los subsidios de nuestra renta petrolera. A tal punto que su primer partido político, lo fundó con dinero proveniente de nuestra corporación petrolera, conseguidos por su familia.
Así pues, Leopoldo es el verdadero Líder de Voluntad Popular, un movimiento neo nazi que se ha visto involucrado en diversos delitos de odio y ha convocado a civiles a confrontaciones armadas para que sean carne de cañón dentro de su proyecto político.
“Mi lucha” de Adolfo Hitler, es uno de los libros de cabecera que engalanan su biblioteca.
Y los demás
El resto de los políticos que se oponen a unas elecciones parlamentarias en 2020 son empleados de alguno de estos dos dirigentes: Guaidó, por ejemplo, es un joven ingeniero de La Guaira cuyo liderazgo depende exclusivamente del apoyo de Estados Unidos y 40 de sus colonias, que ganó como diputado en el circuito de una ciudad de 380 mil habitantes y se auto proclamó presidente en una plaza.
Guaidó también es un hombre racional. Él se pregunta “¿Por qué ir a elecciones si puedo seguir administrando una dieta de cuatro mil dólares mensuales para gastos personales, veinte mil para gastos de funcionamiento, viajes con todo pago y administrar el dinero que envían los gringos para repartirle a la oposición sin necesidad de someterme al voto popular?”
Lo único que tiene que hacer es desgastar su imagen haciendo el trabajo sucio, para que, si en algún momento logran su objetivo, Leopoldo López sea presidente.
De resto, los que abogan por no ir a elecciones, también actúan racionalmente. Si hay elecciones, Freddy Guevara, Julio Borges, el profe Ecarri Bolívar y Antonio Ledezma perderían su beca en el extranjero disfrutando un auto exilio dorado en el primer mundo disfrutando la dolce vita de ejercer un trabajo imaginario con beneficios económicos reales ¿Van a pelar ese boche? ¿Elecciones para qué?
Queremos elecciones quienes estamos interesados en el cese del bloqueo logístico financiero y naval contra el país y la recuperación de nuestra industria nacional, en un proceso de paz con democracia plena.
Por Marcos Meléndez
@marcosmelendezm