Se siente el respeto, en el silencio absoluto que hay en la Quinta de Bolívar en la capital colombiana. La misma convertida en un museo elegante y sobrio donde estuvo el Libertador durante varias veces.
El recorrido se puede hacer los fines de semana con una visita guiada la cual va explicando paso a paso que hay en el interior de la gran casa. El “genio de América” la recibió como un regalo del nuevo gobierno independiente.
La primera vez que la ocupó lo hizo en 1821 luego de las batallas que organizó las cuales están escritas en la pared. Luego de cinco años el Libertador volvió al lugar con la gran Manuela Saenz; para estar por más tiempo allí.
De hecho, es el momento donde hizo varias reuniones con las personas que se unían a sus ideales. El caraqueño que libertó cinco naciones descansó en ese lugar ubicado en la Calle 21 y que es visitada por muchos turistas.
Para 1830, la casa pasó a otras manos las cuales la convirtieron en un colegio; como sirvió para alojar a otras personas. En 1922 el gobierno colombiano decide intervenirla para su restauración y convertirla en un museo.
Quinta de Bolívar, entre los espacios del Libertador
Cada recorrido va explicando lo que hizo el venezolano en su quinta bogotana donde conversó; las personas que lo visitaban y donde dijo muchos de sus históricos pensamientos. La casa es visitada por turistas norteamericanos, franceses y españoles.
La mayoría de los visitantes buscan saber todos los secretos de Bolívar los cuales parecen estar refugiados en el lugar. El Libertador era un hombre de batallas, dificultades y allí se cuenta lo que fue su vida y obra. Esta Semana Santa ha recibido muchos visitantes venezolanos los cuales frecuentan el recinto de vez en cuando.
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