Las selecciones de Brasil y Colombia jugarán el próximo 25 de enero un partido amistoso en Río de Janeiro a favor de las víctimas de la tragedia aérea del club Chapecoense, según informó este lunes la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
El cruce tendrá lugar en el estadio Nilton Santos de la ciudad carioca, más conocido como «Engenhao».
Según la CBF, la recaudación será entregada a los familiares de las víctimas del accidente aéreo en que murieron 71 personas a finales de noviembre en Colombia, entre ellos gran parte de la plantilla del club de Primera División brasileña Chapecoense.
«Es un partido organizado por un motivo muy específico y espero que podamos ayudar a esas familias que tuvieron una pérdida tan grande», explicó el coordinador de selecciones brasileño, Edu Gaspar.
El mayor astro brasileño, Neymar, así como otros futbolistas brasileños que militan en el extranjero, no serán de la partida, según explicó luego Gaspar.
«Por no tratarse de una fecha FIFA vamos a trabajar con jugadores de equipos brasileños», dijo el coordinador.
«Claro que es un partido con carácter especial, pero vamos a aprovechar para observar de cerca a algunos jugadores que no tuvieron oportunidad en otras convocatorias», señaló por su parte el seleccionar de la «canarinha», Tite.
«Será un buen laboratorio para quitarnos algunas dudas», consideró el técnico.
La elección del «Engenhao» dejó fuera, por otra lado, al mítico estadio Maracaná de Río como escenario para el Brasil-Colombia, un partido convertido en los últimos años casi en un nuevo clásico del fútbol sudamericano.
«Llegamos a la conclusión de que el estadio Nilton Santos ofrece mejores condiciones y exigirá una estructura de operación menor y más eficiente», dijo el director de Competiciones de la CBF, Manoel Flores.
El presidente en ejercicio del Chapecoense, Ivan Tozzo, había propuesto el amistoso hace algunos días, poco después de la tragedia que enlutó al fútbol mundial.
El «Chape», un modesto equipo de provincias brasileño, perdió a 19 jugadores, a todo su cuerpo técnico y a varios directivos cuando el avión en que viajaban para disputar la final de la Copa Sudamericana con el Atlético Nacional se estrelló en la noche del 28 de noviembre poco antes de llegar a Medellín.
Con información de La Prensa Gráfica