El repelente de insectos es un producto que se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años debido a su capacidad para proteger a las personas de las picaduras de insectos, especialmente durante la temporada de verano.
Sin embargo, cuando se trata de usar repelentes en niños, hay que tener en cuenta ciertas precauciones para garantizar su seguridad y eficacia.
¿Cómo usarlos con los niños?
Algunos repelentes están diseñados específicamente para niños, mientras que otros no son recomendados para menores.
Además, es importante evitar el uso de repelentes que contengan más del 30% de DEET, ya que pueden ser tóxicos si se aplican en exceso o se ingieren accidentalmente.
Otra precaución es evitar aplicar repelente en las manos de los niños, ya que pueden tocarse los ojos o la boca y sufrir irritaciones o intoxicaciones.
En su lugar, se recomienda aplicar el repelente en las áreas expuestas de la piel, como brazos, piernas y cuello, y usar ropa que cubra la mayor cantidad de piel posible.
Aunado a esto, no aplicar repelentes en heridas o cortes, ya que pueden causar irritación o infección.
En caso de que el niño tenga una reacción alérgica o una erupción después de aplicar el repelente, se recomienda lavar la piel con agua y jabón y buscar atención médica si la reacción empeora.
El uso de repelente de insectos puede ser una forma efectiva de proteger a los niños de las picaduras de insectos durante la temporada de verano, pero siempre tomando las debidas consideraciones.
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