El presidente ruso, Vladimir Putin, encabezó este sábado un multitudinario desfile a través de la Plaza Roja donde participaron 1 mil 900 soldados para conmemorar el final de la Segunda Guerra Mundial.
Putin, que sujetaba un retrato de su padre Vladimir, que combatió en ese conflicto, se unió de improviso a un cortejo de 250 mil rusos que llevaban fotos de sus familiares, en un desfile respaldado por el Kremlin.
«Creo que mi padre, al igual que millones de soldados rasos – y él era un simple soldado– tenía todo el derecho a cruzar esta plaza», declaró Putin en la Plaza Roja donde también participó el presidente venezolano Nicolás Maduro.
El presidente, de 62 años, explicó que el acto era un homenaje a los soldados y civiles rusos muertos en la Segunda Guerra Mundial, así como una señal de la fortaleza de Rusia.
«También señala nuestra confianza en nosotros mismos, en nuestra fortaleza y en el futuro feliz de nuestros hijos», dijo.