Quizás suene mejor decir “personalidad resistente” que el cultivo de la resiliencia. Por lo menos así lo es para la Dra. estadounidense en Psicología clínica y salud, Laura Rojas-Marcos. La terapeuta e investigadora anclada en Madrid despeja con este término, mucha de la oscuridad que ha conjurado el coronavirus.
No resulta fácil visualizar regalos con una pandemia en desarrollo. Especialmente cuando los augurios merman la esperanza de ver un pronto fin a esta tormenta biológica. Sin embargo esta especialista en depresión y psicooncología, asegura que hay motivos para estar agradecidos con el destino. Por eso, en una entrevista concedida a la BBC, nos habla de la resiliencia como una nueva fortaleza, un poder.
El poder de la resiliencia
“Lo que está viviendo todo el mundo es una tragedia sin precedentes. Pero también estoy encontrando muchos aspectos positivos, y eso me maravilla, dice Rojas-Marcos. “Hemos tenido que reinventarnos todos. ¿Qué es lo bueno? Que el ser humano tiene la capacidad de reinventarse y eso es lo que estamos haciendo.
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De acuerdo a la terapeuta,la resiliencia nos ha permitido aprender de la experiencia vivida. Nos ha enseñado a superar la adversidad, el dolor y el sufrimiento. Estamos aprendiendo a gestionar la espera, la tolerancia a la frustración, la paciencia y la comunicación. “Ahora podemos gestionar la incertidumbre”, afirma la especialista. Y agrega, “tenemos menos prisa, y eso es algo a lo que no estamos acostumbrados. Es un cambio bestial.
Reciedumbre frente a lo incierto
La resiliencia nos construye actitud ante la incertidumbre. “Estamos más sensibles a la información, a nosotros mismos y a lo que pasa en nuestro entorno, a esa incertidumbre. Hay una serie de preguntas que nos hacemos todos: «¿Qué va a pasar después?» «¿Qué va a ser de mí?»
Laura Rojas-Marcos establece que en la psicología positiva no se niega lo negativo, simplemente se refuerzan las fortalezas. “Dejarse caer en un pozo sin fondo no es la mejor manera de superar una crisis”.
Este proceso de superación que implica la resiliencia nos lleva a construir una parte nuestra más fuerte. Señala la doctora, que esto se da en etapas.
Etapas de la resiliencia
Primero está el impacto, el estímulo adverso al que tenemos que adaptarnos y hacer cambios. En el actual contexto equivale al confinamiento en casa, obtener información sobre la crisis y sus efectos.
.Después la resiliencia genera un proceso de adaptación¿qué puedo hacer en mi día a día para sobrevivir? ¿Cómo me voy a organizar para alimentarme? ¿Cómo voy a conseguir dinero? ¿Encontraré trabajo? ¿Qué puedo hacer si me quedo sin trabajo? Comienza la planificación y la organización.
Todo ello produce un nivel de estrés y de ansiedad muy intenso. Hasta que llega un momento en que los hábitos se vuelven automáticos a través de la repetición, y nos acostumbramos.
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“Y entonces llegamos al mantenimiento, que es donde estamos ahora. Ahora mismo estamos manteniendo una serie de hábitos. Ese «mientras tanto» cada uno decide cómo utilizar este momento. Esa es clave de la resiliencia.
