Muchos consideran que las relaciones de parejas deben ser para toda la vida, en los cuentos y películas si logran materializarse, pero en la vida real nada dura para siempre. Descubre aquí las señales que te indican si tu relación amorosa no marcha de maravilla.
El sexo no te satisface como antes
Detente a pensar: ¿tengo relaciones con la misma frecuencia de antes? Aunque creas lo contrario, la atracción física y el sexo son una parte fundamental en cualquier relación. Si notas no sentirte satisfecha (o)entonces ya tienes el primer problema.
No hay ilusión a la hora de hacer planes
Antes el solo hecho de ver a esa persona y saber que ibas a pasar un rato junto a ella podía ser lo mejor que te podría ocurrir en el día. Ir al cine, salir a tomar algo, cenar en casa, hacer algún viaje… Ahora no tienen tantos planes juntos y cuando los tienen existe una falta de interés por parte de alguno a la hora de organizarlos.
Silencios incómodos
Tu pareja probablemente sea la persona con la que más confianza tienes en el mundo y hasta hace poco podías pasarte horas hablando de cualquier cosa sin parar, pero ahora es diferente. Le cuesta sacar un tema de conversación cuando están juntos, dudas de si podría interesarle una historia o no antes de contársela y lo que antes eran silencios cómodos, ahora se convierten en minutos angustiosos.
Discusiones constantes
Si existe una falta de comunicación importante, si ya no están de acuerdo en nada, les cuesta ver el punto de vista del otro, no se escuchan, te pone de los nervios de punta y las discusiones son constantes, entonces definitivamente algo va mal.
Desconfianza
Hay veces que no tienes muy claro si te está diciendo la verdad o no sabes muy bien si te cuenta las cosas como lo hacía antes. En el momento en que surge la desconfianza por parte de cualquiera de los dos o sabes que te está mintiendo (o viceversa) respecto a algún tema, no podéis hacer la vista gorda. La confianza y la sinceridad son imprescindibles para que cualquier relación funcione.
No hay muestra de interés
Seguro que antes alguien te llegó a preguntar: «¿No te cansas de hablar todo el día con tu pareja?» Y tu le mirabas extrañada, pensando que era imposible cansarse. Porque antes enviabas siempre mensajes o llamadas deseando feliz día , buen provecho o simplemente preguntando cómo le va en el trabajo y nunca sobraban los «Te quiero»… Pero ahora no es así. Ahora apenas hablas si no es en persona y solo uno de los dos (o ninguno) muestra el mismo interés que antes.
Con información de En Femenino