Sandro se sorprende de escuchar una guitarra en una de las salas de una funeraria, pensó que alguien estaba en ese espacio. Era un poco más de la medianoche y le pareció extraño aquel sonido.
Se preguntó quién podría estar allí, de hecho, el hombre de mantenimiento va rápidamente y encuentra la misma ubicada en una silla. Le pareció extraño ya que parecía que alguien estaba tocando la misma.
La tomó y decidió llevársela a uno de los espacios de la funeraria donde se guardaban cosas. Preguntó a los demás empleados si habían visto a alguien entrar con el instrumento musical, pero nadie le dio respuesta.
Dos semanas después Sandro estaña dormitado en una de las sillas de la funeraria luego de limpiar uno de los salones cuando vuelve a escuchar los sonidos de aquella guitarra. Pensó que era algo que estaba soñaba pero se frotó los ojos y escuchaba las cuerdas de la misma.
“Otra vez la guitarra”… era como si alguien hubiese tomado la misma y la sacaron de donde estaba guardada. Se sorprendía de aquel sonido el cual era algo frío, sin sentido y demasiado aterrador.
Una guitarra y su sonido
“Cómo es eso que conseguiste esa guitarra y nadie ha venido por ella. Y quien pudo traer eso para acá”… decía Pablo, el gerente de la funeraria. “No sé cómo llegó aquí”. Una noche después cuando Pablo estaba en su escritorio escuchó las cuerdas de aquel misterioso instrumento.
Corrió hasta donde sonaba la misma… encontrándose que esta estaba puesta en uno de los mesones de un salón. Aquella noche sintió como si alguien pasara por el pasillo ya que escuchó los pasos. Se quedó tranquilo… esperando ver a alguien… pero el lugar estaba vacío.
Pablo decidió colocar el instrumento en uno de los armarios bajo llave… pero en la noche seguía sonando aun y cuando estaba guardada. Semanas después llegó un hombre a la funeraria… “vengo a buscar una guitarra… mi hermano lo velaron aquí, pero alguien se trajo su instrumento”. Dijo a las personas.
El adiós sorpresivo
Pablo entregó el instrumento a aquel hombre que vestía de negro, pero se quedó con dudas. Dos semanas después volvieron a conocer algo espeluznante… tanto Pablo como Sandro veían que estaban velando al hombre que había ido a buscar la guitarra.
La familia decía que el hermano le había dejado como herencia aquella guitarra la cual era lo único que quedó en buen estado luego del accidente donde falleció…
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