El uso de los telefonos inteligentes en la actualidad se ha vuelto algo obsesivo y es tomado como una adicción para muchas personas, esto a pesar de los numerosos estudios que advierten de los posibles peligros para la salud de las ondas de radiofrecuencia (RF) y las conexiones wifi.
Muchas son las interrogantes con respecto a estos aparatos tecnológicos, entre las cuales destacan; ¿si existen riesgos potenciales a largo plazo especialmente vinculados a tumores en la cabeza y en el cuello? para esta pregunta no hay una respuesta definitiva ni un estudio lo bastante concluyente.
«Las ondas RF de los teléfonos son una forma de energía electromagnética que se encuentra entre las ondas de radio FM y las microondas. Y son una forma de radiación no ionizante», explica en su sitio web la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer(ACS, por sus siglas en inglés).
Según este organismo, «esas ondas no son lo suficientemente fuertes como para causar cáncer pues, a diferencia de los tipos más potentes de radiación (ionizante) no pueden romper los enlaces químicos en el ADN»
A falta de un estudio definitivo
En este sentido, las estaciones móviles desprenden energía electromagnética en pequeñas cantidades. «Cuanto más cerca esté la antena (del móvil) a la cabeza (del usuario), se espera que mayor sea la exposición de la persona a la energía de la RF», advierte la ACS. Algo que nuestros organismos pueden absorber en pequeñas cantidades, lo que se designa como tasa de absorción específica pero que es inasumible ante una gran exposición.
El estudio más grande que se ha llevado a cabo hasta ahora es Interphone, una investigación a gran escala que fue coordinada por la OMS a través de su Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) y en la que se analizaron datos de 13 países, entre ellos Reino Unido, Australia, Japón y Canadá.
El estudio analizó el uso del teléfono en más de 5.000 personas con tumores cerebrales y en otro grupo similar de personas sin tumores, si bien no se encontró vínculos entre el desarrollo de gliomas y meningiomas (tumores cerebrales) y el uso de teléfonos móviles por más de 10 años; el estudio no pudo sacar conclusiones definitivas.
Consejos que deben tomarse en cuenta:
- Se puede limitar la exposición a estas ondas, en tanto se determina lo perjudicial de su uso, empleando manos libres para mantener los teléfonos lejos de nuestra cabeza.
- Limitar el número y duración de las llamadas.
- Usar el teléfono en zonas de buena recepción, pues esto hace que el móvil transmita con una potencia de salida reducida.
- Optar por un teléfono con un valor de SAR reducido (menos niveles de ondas de RF).
Con informaron de ABC