Siempre los templos de la iglesia católica han sido objetos de robo pero ahora más. En distintos puntos del país se han reportado varios robos a los templos. Caracas, Maracay y también en Valencia las mismas han sido violentadas para llevarse lo que hay en su interior.
La mayoría de los delincuentes ven en los templos de la iglesia católica una fuente donde pueden encontrar riquezas. En las capillas desde hace unos años ya no quedan las colaboraciones dentro de las mismas.
Los delincuentes buscan entrar por ventanas, o por el techo incluso arriesgando su vida debido a lo alto por donde pretenden entrar. Ahora buscan en las capillas objetos de bronce o aluminio con el fin de poder revenderlos.
Templos de la iglesia católica en la mira
Otro de los objetos que buscan los delincuentes dentro de las capillas son las cornetas y el sonido. Esto con el fin de venderlos en el mercado negro, los sacerdotes y la comunidad eclesiástica hacen milagros para evitar robos.
Los templos de la iglesia católica muchas veces a pesar de los candados y seguridad en las puertas les abren el techo. Así hicieron los delincuentes en la capilla de Naguanagua en meses pasados. Todo lo que buscan es ver qué hay de valor en las capillas.
Hasta ahora los delincuentes han atacado a las capillas en horas de la noche. Otra de las atrocidades que se han visto es como e vista que no hay nada de valor rompen lo que hay. Imágenes sacras, el sagrario y hasta las luminarias.
Comunidad aliada a las capillas
La comunidad eclesiástica se encuentra trabajando y ayudando a las capillas a prevenir los robos. Los delincuentes esperan las altas horas de la madrugada para poder acceder. Pero la mayoría de los vecinos se encuentran pendientes.
Se pudo conocer que en la cuarentena los robos en las capillas se multiplicaron. Los delincuentes no solo han atacado a los templos, este año han muerto dos sacerdotes a manos del hampa.
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