Cenar por última vez con Jesús fue la motivación que tuvieron las familias guacareñas este Jueves Santo para dar inicio al Triduo Pascual, conmemorando la institución del sacrificio del hijo de Dios, quien en su momento entregó con mucho amor el pan como su cuerpo y el vino como su sangre; vivencia espiritual que junto al lavatorio de los pies abrió sus corazones a la caridad del Señor, en la Santa Iglesia Parroquial San Agustín de Guacara.
Durante la celebración de la eucaristía, el presbítero Óscar Martínez destacó la importancia de reflexionar sobre el sagrado sacrificio efectuado por Jesús en bendición de la humanidad; al tiempo que reiteró el llamado a los feligreses congregados a abrir su corazón en humildad y sencillez para socorrer, ayudar a su prójimo, a sus hermanos en Cristo, tal y como lo hizo el hijo de Dios con sus doce apóstoles, quienes se mostraban incrédulos ante la atención recibida por su maestro con el lavatorio de los pies y la entrega de su sangre y cuerpo durante la última cena.
En este sentido, el párroco invitó a continuar el transitar experimentado por Cristo cuando en aquel momento espiritual se dirigió al Huerto de los Olivos para ser apresado y posteriormente llevado a Caifás, a Herodes y a Pilato, donde los judíos trataban de concertar su condena.
El prelado elevó oraciones, junto a los fieles devotos, por las familias y los sacerdotes, quienes en este día renovaron su voto de vida en Jesús con la institución del sacerdocio durante la Última Cena, cuando les dijo a sus apóstoles: “hagan esto en mi nombre”; pidió por los niños, por los enfermos y sobre todo por la unidad de todos los venezolanos, de todos los guacareños como una familia que se protege y fortalece en entendimiento y misericordia.
La vivencia en la feligresía guacareña continuó hasta tempranas horas de este Viernes Santo en adoración a Cristo en el Huerto de los Olivos y con la hermosa tradición suscitada en Roma, visitando las 7 iglesias papales para revivir una experiencia muy personal de acompañamiento a Jesús hasta el momento en que Pilatos decidió su muerte en la Cruz.
En esta ocasión lo constituyen los 7 templos de la localidad, representados en la Iglesia San Agustín de Guacara, Iglesia Medalla Milagrosa de Yagua, Templo Cristo Rey de Nueva Guacara, el templo María Madre de la Iglesia de Ciudad Alianza, la Iglesia San Juan Apóstol de Negro Primero, la capilla de la Soledad y el Templo del Sagrado Corazón de Jesús, testigos de la gran fe que caracteriza a la ciudadanía del eje oriental carabobeño.
Un pueblo llamado por Dios
Es así como el pueblo de Dios que peregrina en tierras guacareñas revivió en religiosidad y espiritualidad el verdadero dolor de una madre, la muerte de su primogénito, irrumpiendo en un conmovedor silencio por la sepultura del Salvador; en ese sentido, Laura Amaya, del sector Negro Primero, expresó, “me siento muy feliz de estar acá en la procesión del Huerto de los Olivos, es maravilloso conmemorar este hermoso momento con toda la comunidad guacareña; además de ser un día santo, de reflexión y de abrir el corazón con nuestro creador Jesucristo”.
Por otra parte, Miguel Medina, residente de la parroquia San Agustín dijo, “estos días santísimos de la Semana Mayor son para darle apoyo y acompañar al hijo de Dios en su guardia y su hora santa, me llena de orgullo cómo los guacareños han asistido de manera concurrida y con esperanza, porque eso somos nosotros: gente de fe”.
Finalmente, Ana Violeta Bordones, resaltó sentirse completamente cargada de fervor en adoración a Dios en esta Semana Santa. “Esto es un encuentro con nuestro señor Jesucristo, donde todos podemos participar con hermandad, la fraternidad y amor, para poder estar más cerca de nuestro creador, porque son herramientas para entregarle mucha gloria y dar testimonios de fe por la grandeza de nuestro creador”.
Con información de Prensa Alcaldía de Guacara
