Modernizar el sistema de control aéreo de su país mediante la transferencia de la gestión de un organismo público federal a una organización autofinanciada porque «está atascado terriblemente en el pasado» y es un método «viejo, roto, anticuado y horrible que no funciona», planea el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este lunes en la Casa Blanca.
Los retrasos en los vuelos cuestan alrededor de 25.000 millones de dólares al año a la economía estadounidense y que los 7.000 millones que se gastó el Gobierno de Barack Obama para actualizar el sistema no dieron frutos, indicó el mandatario norteamericano para justificar esta valoración.
Además la reforma de Trump supondría transferir las operaciones a una corporación «autofinanciada y sin fines de lucro» gestionada por una junta directiva de representantes de los principales aerolíneas, mientras que la Administración Federal de Aviación se mantendría a cargo de la seguridad aérea.
Este plan se basa en un proyecto de ley propuesto por el congresista republicano Bill Shuster —quien encabeza el Comité de Transporte de la Cámara de Representantes de EE.UU.— y cuenta con el apoyo de las aerolíneas y el sindicato de controladores de tráfico aéreo estadounidenses.
Sin embargo, el colectivo Flyers’ Rights, el mayor grupo defensor de los derechos de los pasajeros, asegura que la reforma otorgará a las compañías aéreas el control sobre un activo público crucial y un poder casi no restringido para «imponer nuevas tarifas y tasas».
Con información Actualidad RT