Definitivamente el mal de amor se puede superar con platos exquisitos, entre estos entra la famosa arepa “reina pepiada”, no solamente por su sabor, sino porque nos recuerda los arraigos de la tierra venezolana.
En estos momentos, donde muchos familiares, amigos y conocidos están desplegados por el mundo se les puede hacer un tributo con las famosas “reina pepiada” y degustar el arte culinario de esta tierra hermosa, llamada Venezuela.
La reina pepiada es exquisita, desde el principio al fin, por su textura, cremosidad y frescura que no la tiene ninguna otra arepa, según el maestro en la cocina Armando Scannone.
Más que un plato, es una tradición
María de Los Santos Álvarez y sus hijos fueron los creadores la famosa reina pepiada. Sus creadores eran oriundos de los Andes; pero se vieron en la necesidad de emigrar a Caracas.
Cuenta la leyenda, que María de Los Santos Álvarez emigró a Caracas con sus ocho hijos, después de enviudar, por ende debía buscar los medios de trabajo para sostenerlos.
En los años 50, la familia Álvarez llegó a la Capital y se instaló a vivir en el Guarataro; a pesar de la pobreza del lugar las personas se instalaron y de inmediato montaron un local de empanadas. El negocio prosperó y abrieron otro mejor ubicado.
Fueron tan prósperos los negocios que se pudieron mudar a Plaza Miranda, donde tenían “El Chance”. Una de las características de sus arepas, era que los trujillanos comían la arepa rellenas.
Antes, a las arepas, las personas de la región central las llamaban tostadas y no era usual rellenarlas.
Los hermanos Álvarez abren su tercer local en la Gran Avenida de Sabana Grande, una zona cosmopolita de la Caracas de los 50’s. Este negocio se llamó “Los hermanos Álvarez”, aquí nació la reina pepiada, la domino, queso blanco y otras.
Susana Dujim visitó el restaurante
Los hermanos Álvarez vendían una famosa tostada, rellena de pollo y aguacate. Pero, en el 1955, en honor a la Miss Mundo venezolana, Susana Dujim, primera venezolana en ganar este concurso, deciden mejorar la receta, y bautizarla como “La Reina”.
Por supuesto, Susana visitó el local y degustó la creación en su honor. Poco después de esto, la arepa adquiere su apellido “Pepiada”.
Esta singular casualidad, provocó que la bautizara así para elogiar a las mujeres voluptuosas, como Susana Dujim en esa Venezuela de antaño y por otra en honor a la reina de belleza.
Hoy, la famosa arepa reina pepiada ha traspasado fronteras y muchos venezolanos en el mundo la elaborado, no solo para recordar a sus madres o abuelas, sino para enaltecer el orgullo del país con sus tradiciones.
Por eso el guayabo, sabe mejor con una reina pepiada.
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