La postura de la oposición frente al proceso de diálogo promovido por el Ejecutivo, con acompañamiento internacional, responde a temores como el miedo a perder el apoyo de sectores radicalizados, expresó este domingo el periodista José Vicente Rangel.
«La mesa de diálogo que se instaló no funciona porque la oposición no quiere el diálogo. Lo rehúye como sea, sobre todo por el temor de perder el apoyo de sectores radicalizados que la acompañan», aseveró en su programa José Vicente Hoy, transmitido por Televen.
También indicó que los argumentos de los sectores negados a dialogar, como la falta de condiciones o el registro de resultados, carecen de peso.
«A la hora de examinar las razones que ponen los más renuentes al diálogo, uno se encuentra con argumentos con falta de peso y de pertinencia, ejemplo: no están dadas las condiciones, a lo que se pudiera responder, si acaso se requiere que los venezolanos nos matemos para dar inicio al diálogo, o bien que se necesiten resultados concretos sin un medio claro», precisó.
En la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) -agregó Rangel- el mando lo detentan los sectores violentos de oposición, los cuales están apoyados y respaldados por el Gobierno estadounidense y por la Conferencia Episcopal Venezolana, «que llega a disentir abiertamente del papa Francisco», que acompaña el proceso de diálogo en el país.
En ese sentido, indicó que la responsabilidad de que la oposición retome el camino del diálogo, necesario para que se mantenga la estabilidad y la paz nacional, recae precisamente en esos sectores que adversan radicalmente al Gobierno nacional.
Con información de AVN