La hipertensión o presión arterial alta es uno de los factores de riesgo cardíaco más importantes. La presión arterial mide la fuerza de circulación de la sangre por las arterias, si este flujo circulatorio es demasiado alto, se corre el riesgo de sufrir derrames cerebrales, ataques y enfermedades cardíacos entre otras.
Lo peor de la tensión alta es que casi nunca avisa, es decir, no hay síntomas aparentes. esta se mide en milímetros de mercurio (mm Hg), y sus valores se muestran de dos formas:
- La presión sistólica es el primer número, y es el mayor.
- La presión diastólica es el número inferior de los dos y muestra la presión existente entre los latidos del corazón.
Los dos valores de presión arterial no son constantes, sino que van variando a lo largo del día, según la actividad de la persona, entre otros parámetros; cuando dormimos, la presión arterial suele ser más baja, y tiende a subir cuando hacemos ejercicio.
La tensión alta y sus síntomas
Después de realizar dos o más mediciones seguidas con valores altos, el médico diagnosticará la tensión alta o hipertensión.
Entre los posibles malestares que la tensión alta produce, encontramos:
- Dolor fuerte de cabeza
- Dolor de pecho
- Visión borrosa
- Enrojecimiento del rostro
- Mareos
- Náuseas y vómitos
El tratamiento de la tensión alta
El médico será el encargado de evaluar los factores de riesgo que tiene la persona con hipertensión en su vida diaria. El paciente deberá adoptar un nuevo estilo de vida, en el que deberá tener en cuenta los siguientes factores para controlar el peso (es fundamental evitar el sobrepeso y la obesidad):
- Seguir una dieta rica en frutas, verduras y productos de bajo contenido graso.
- Limitar todo lo posible el consumo de sal.
- Evitar el tabaco y el alcohol.
- Realizar ejercicio físico.
Lamentablemente, aun con todos estos cambios puede no ser suficiente para el control de la tensión alta. Normalmente es preciso tomar un medicamento específico.
Remedios caseros para combatir la presión alta o hipertensión
Jugo de limón y perejil
La mezcla de jugo de limón y perejil produce saludables efectos diuréticos.
Así pues, facilitar la eliminación de líquidos y favorece la expulsión de aquellas sustancias que elevan la presión arterial a través de la orina.
Ingredientes
- El jugo de 1 limón
- 1 vaso de agua (200 ml)
- 1 cucharada de perejil (10 g)
Preparación
- Añadiremos todos los ingredientes en el vaso de la licuadora y procesaremos durante unos minutos hasta conseguir una mezcla homogénea.
- Se recomienda tomar un vaso al día, en ayunas.
Los efectos del ajo
El ajo es recomendado por muchos especialistas como remedio natural contra la presión o tensión alta. Además, también es muy bueno para reducir el colesterol.
Para tomarlo, hay pastillas o cápsulas específicas, y también se puede tomar un diente de ajo al día. Para aprovechar al máximo sus beneficios lo dejaremos reposar unas horas en un vaso de agua.
Avena
La avena tiene un alto contenido en fibra soluble. El consumo de fibra puede reducir el colesterol malo (LDL) hasta en un 5%.
La avena (sobre todo si se toma en el desayuno) es uno de los grandes remedios naturales contra la tensión alta.
El chocolate puro
El chocolate negro (mínimo con un 70% de cacao) tiene unos principios activos en su composición llamados flavonoides. Estos pueden disminuir la presión arterial y aportar muchos beneficios para la salud, también es importante que tenga el máximo contenido de cacao posible, ya que, por ejemplo, el chocolate con leche tiene muy mermada su acción positiva.
Aceite de oliva
Entre otras propiedades muy saludables, el aceite de oliva nos ayuda a regular la presión arterial. Forma parte de la conocida como dieta mediterránea y sirve para el control de la diabetes y el colesterol malo (LDL), entre otros muchos beneficios.
Con información de Mejor con Salud