Este sábado, un vigilante de República Dominicana no aceptó que su supervisor le reclamara la borrachera con la que llegó a trabajar, y lo mató con un disparo de escopeta.
El hecho ocurrió, cuando Jesús María Ureña de 58 años, se negó rotundamente a permitir que el empleado Víctor Hernández, de 21 años, comenzara su turno de trabajo porque se dio cuenta de que estaba ebrio, de acuerdo a información publicada en medios dominicanos.
Aunque muchos se alegrarían de tener un día libre, Hernández no estuvo feliz e inició una acalorada discusión que acabó con el empleado apuntando a su supervisor con una escopeta y disparándole.
Tan pronto como Ureña cayó herido al piso, Hernández se apuntó a sí mismo en el pecho con la misma arma de fuego y se disparó.
Al escuchar los disparos, dos empleados se acercaron a la oficina y trataron de auxiliar a Ureña, aunque el hombre murió antes de que pudiera recibir atención médica. Hernández, por su parte, murió en el hospital.
Toda la escena quedó grabada en un violento video de vigilancia.
El crimen ocurrió la noche del sábado en la compañía de seguridad privada Guardianes del Futuro, ubicada en la ciudad de San Francisco de Macorís, reseñó El Nuevo Herald.
