Seguramente la escritura del diario de Fang Fang tenía otra intención. Originalmente un diario es una íntima conversación con el doble que habita al autor. Sin embargo, esta bitácora de la escritora china de 64 años ha tenido un destino muy diferente. Su versión digital que guarda vivencias de la pandemia, ha generado una conmoción en el gran país asiático.
El texto, que ya ha sido traducido al inglés, detalla los primeros días de estricto confinamiento en Wu Han. Como es sabido, la famosa ciudad china fue el primer lugar del mundo en aplicar esta medida. El diario de Fang Fang, relata desde ese contexto, el impacto psicológico y social del confinamiento forzoso.
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Sus entradas fueron ampliamente leídas en China. Millones de ciudadanos podían acceder a lo que sucedía en el epicentro de la enfermedad. El problema es que abordó aspectos delicados en un país que maneja una férrea censura. Tal fue el caso referido en el diario de Fang Fang del médico Li Wenliang.
Diario de Fang Fang: Detalle
Wenlinag fue reprendido por la policía por alertar a sus colegas sobre una «desconocida enfermedad». El galeno asiático falleció a causa de la COVID-19.
“Se dice que muchas personas recién ahora se están despertando. Ellas se encuentran sorprendidas de comprender que es inútil gritar eslóganes vacíos diariamente sobre lo increíble que es nuestro país. También de comprender la ineptitud total de aquellos funcionarios que pasan sus días en politiquerías y sin un trabajo real”. Opiniones de este tipo, aparecidas en el diario de Fang Fang, le ganaron la antipatía del gobierno.
“En las primeras etapas, muchas personas estaban infectadas y encontrar una cama de hospital era difícil. No podían tratarse y no tenían la oportunidad de realizar pruebas de ácido nucleico, por lo que no obtuvieron diagnóstico. Algunos de ellos murieron en el hospital, pero la mayoría murió en sus casas”, escribió el 13 de marzo.
A la escritora Wang Fang (su verdadero nombre) el gobierno le borró algunas de sus publicaciones. Además su blog fue clausurado temporalmente. El diario de Fang Fang, la convirtió adicionalmente en blanco de críticas por parte de nacionalistas chinos. Estos la han calificado de “traidora” por insinuar que las autoridades gestionaron mal la crisis.
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En este contexto se informó que el diario de Fang Fang iba a ser vendido en Occidente. Fue entonces cuando la opinión pública le dio la espalda. La autora pasó a ser criticada duramente, por “capitalizar su fama e, incluso, una tragedia».
Por su parte, El diario The New York Times destacó su cruda honestidad. Afirmó que «ella puede haber vivido con resignación durante la cuarentena, pero escribe frases valientes».