La viróloga china Shi Zhengli, considerada como una eminencia mundial y conocida como la mujer murciélago predijo un año atrás que el coronavirus llegaría.
Sin embargo, nadie escuchó su advertencia. Incluso cuando se registraron los primeros casos el régimen chino pretendió silenciarlos, hasta que les resultó imposible.
A la comunidad científica le llamó la atención la preocupación de la doctora Zhengli quien insistía en que una nueva cepa proveniente de murciélagos estaba cerca. Su estudio fue desvalorizado. Pero en noviembre del pasado año comenzó el brote en la ciudad china Wuhan.
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La experta junto a su equipo logró secuenciar los genes del nuevo coronavirus tres días después de confirmarse su existencia. Shi Zhengli envió al Gobierno su investigación subrayando que este virus podría producir una pandemia como el SARS en 2002.
“Es probable que los futuros brotes de coronavirus similares al SARS o MERS, provengan de murciélagos”, destacó su informe. No obstante, el Gobierno chino la silenció. En ese país el consumo de animales salvajes constituye una verdadera amenaza a la salud. Pero las autoridades aun así lo permiten.
La experimentada mujer murciélago
Desde hace más de 16 años, la mujer murciélago realiza expediciones en cuevas de murciélagos. Allí toma muestras de sangre y realiza ella misma hisopados a murciélagos. La prensa china también la apodó de esa manera porque nadie más que ella tanto de esos animales.
“La investigación de coronavirus en murciélagos es una cuestión urgente para la detección y alerta temprana”, insistió la doctora Zhengli.
Cuando se confirmó el primer caso de coronavirus, el director del instituto de Virología en donde trabaja, la llamó. Y le dijo que retomase su investigación: “Deja todo lo que estés haciendo y ponte a investigar esto ya”, recordó. Hasta ese momento nadie la escuchaba.
Ahora como subdirectora del Instituto de Virología de Wuhan, la mujer murciélago advierte posiblemente habrá otro brote. A menos que se estudien los desconocidos virus albergados en animales salvajes “posiblemente habrá otro brote”.
Su dramático pronóstico que hizo a principios de 2019 es comentado por sus colegas. La humanidad se hubiese ahorrado millones de víctimas si el régimen chino la hubiese escuchado.
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Ahora vuelve al ataque y anuncia algo peor. Dice que los virus que se están descubriendo ahora son “sólo la punta del iceberg”.
Además considera que ahora analizan 12 virus para conocer su impacto en el ser humano. Por ello llama a la cooperación internacional para evitar una nueva pandemia. Mientras tanto, los llamados mercados mojados de China donde se expenden animales salvajes siguen viento en popa.
