Jeison Torres toma su Blue Bird, eran las cuatro de la mañana, cuando salía del primer control de la línea. En la parada ve a varias personas entre ellas a la dama del vestido negro. La cual cargaba sombrero y un velo. Todos suben cuidadosamente y ella es la última en subir.
Estima Jeison que apenas subieron ocho pasajeros, “todos vamos al Puente”, le dice uno de los pasajeros. Torres empezó a trabajar sin colector mientras la presencia de la dama en el último puesto lo tenía inquieto.
Por el espejo veía a los pasajeros y aceleró el autobús para poder llegar al Puente. La mujer sigue en el último puesto del Blue Bird número 13, pero sin dar señales de movimiento… Era como una imagen fija.
Acelera el bus para seguir rumbo a la avenida mientras veía a la mujer en la parte trasera. Ya en los primeros metros de la arteria vial siente como el autobús comienza a presentar una falla.
Trata de ir poco a poco a baja velocidad cuando siente que algo pasa rápidamente por el pasillo del autobús. Por llevar la luz apagada solo vio un celaje de alguien que bajó rápidamente del colectivo.
La dama del vestido negro
En ese preciso instante siente un olor pestilente y ve pasar una sombra fantasmagórica por el medio del pasillo del Blue Bird año 1977. No logra ver que es, mientras siente que de pronto el autobús con su sonido característico se aceleró.
Jeison baja rápidamente tratando de ver a alguien pero en la avenida no había nadie aun y todo estaba solitario. Solo un borracho ve y le dice… “tú también la viste”… Jeison desde ese día destaca que está atento a la mujer del vestido negro.
Mientras que otros conductores destacan que es simplemente una leyenda urbana para que los conductores de los autobuses vayan atentos a los pasajeros que llevan. Y que la misma no existe…
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